Una comisión de la Cámara Baja brasileña compuesta por 66 diputados rechazó hoy permitir la imputación del presidente Michel Temer por corrupción, como pide la fiscalía general, en una victoria del mandatario quien, sin embargo, deberá enfrentar el voto crucial del plenario.

 

El diputado instructor de la Comisión de Constitución y Justicia en el caso de la denuncia contra Temer había recomendado permitir la imputación del presidente, que debe ser autorizada por el Parlamento, pero una mayoría de diputados votaron en contra.

 

Fueron 40 diputados que votaron en contra, 25 a favor y hubo una abstención en una sesión tras decenas de horas de debates y marcada por la polémica como consecuencia de la sustitución a última hora de parlamentarios de partidos de la base de la coalición para garantizar los votos a favor de Temer.

 

Este voto, sin embargo, no tiene efectos vinculantes y por lo tanto será el plenario de la Cámara Baja el que decida si permite al Tribunal Supremo imputar o no a Temer.

 

La admisibilidad de la denuncia debe recibir los votos de al menos dos tercios del plenario de la Cámara Baja -342 de 513 diputados- para que pueda ser examinada por la máxima instancia judicial del país.

 

En caso de que el Supremo acepte a trámite la denuncia, Temer sería apartado del poder por 180 días, lo que probablemente provocaría su renuncia, y se realizarían elecciones indirectas, por medio de una votación en la Cámara Baja.

 

Es incierto cuándo la Cámara Baja celebrará ese voto, pues el próximo martes el Parlamento entra en período de vacaciones por quince días, y el Gobierno no tiene garantías de que habrá quórum en el plenario en las dos sesiones previas al descanso.

 

Lo más probable, por lo tanto, es que el crucial voto en el plenario se produzca en las primeras semanas de agosto.

 

Temer vive su peor crisis desde que llegó al poder desde mayo de 2016 como consecuencia de la denuncia presentada el 26 de junio por la fiscalía general contra él por corrupción.

 

El fiscal general acusa a Temer de participar en una trama para recibir sobornos del empresario brasileño Joesley Batista a cambio de favores políticos, una práctica que la Operación Lava Jato –iniciada en 2014-.

 

Temer habría utilizado al diputado Rodrigo Rocha Loures –libre tras mes y medio en la cárcel de forma preventiva- para negociar un soborno a cambio de que el Gobierno ayudara al grupo J&F, de Batista, en un contencioso con la estatal Petrobras sobre el precio del suministro de gas en uno de sus negocios.

 

jram