Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), exigió al Congreso de la Unión crear una comisión de seguimiento para la implementación de la reforma energética.

 

“El CCE propone conformar una comisión de seguimiento para la implementación de la reforma energética, donde participen gobierno, empresas productivas del Estado, órganos reguladores y sector privado”, señaló el empresario.

 

Según el dirigente empresarial, con la propuesta se trata de asegurar el cumplimiento, en tiempo y forma, de sus principios y objetivos.

 

“Hay que sumar fuerzas, de manera estratégica, para conjugar la capacidad y la eficiencia de planificación y ejecución que se necesitan en lo sucesivo”, manifestó.

 

El representante del organismo cúpula dijo que al acercarnos a la consumación del proceso legislativo de esta reforma, precedido de otros cambios de gran calado como los aprobados en materia de telecomunicaciones y radiodifusión, es tiempo de ajustar el enfoque de prioridades en la estrategia para impulsar el desarrollo económico en México.

 

Manifestó que la reforma energética establece los cimientos para un nuevo y vigoroso impulso al desarrollo nacional, pero demanda una vinculación estrecha y la coordinación eficaz entre el sector público y el privado.

 

“Los efectos de la reforma deben hacerse tangibles en el empleo y la inversión productiva de manera creciente y prolongada. Además, pronto nuestra planta productiva podrá contar con insumos competitivos en precios, calidad y abasto, y con ello elevar de forma sustantiva su capacidad, productividad y competitividad”, dijo Gutiérrez Candiani.

 

Pronosticó que habrá condiciones para que, en un mediano plazo, bajen los costos de electricidad y combustibles para la población.

 

“Igualmente, de forma indirecta, se da cauce a un importante proceso de reindustrialización en varias zonas del país, el cual es capaz de crear cientos de miles de más y mejores empleos”, expuso.

 

“Dichos puestos de trabajo serán adicionales a los que generará el sector energético y sus cadenas de abastecimiento, a las que deberán incorporarse, de forma estratégica, las pequeñas y medianas empresas mexicanas, en ocasión irrepetible para detonar su crecimiento y multiplicación”, proyectó.

 

“El horizonte de oportunidades es enorme, y debemos trabajar con celeridad para aprovecharlas, puesto que acumulamos un rezago considerable en cuanto a nuestros desarrollos energéticos y en la conformación de una política estratégica de avanzada, como la que ahora tendremos”, agregó.