LIMA. El cargamento de cocaína que se presume de un cártel mexicano, decomisado a el martes en la provincia de Perú, podría alcanzar las diez toneladas, convirtiéndose en la mayor incautación de la última década, informaron autoridades.

 

El jefe de la Dirección Nacional Antidrogas (Dirandro), general PNP Vicente Romero, sostuvo la víspera que los trabajos para determinar el peso final del total de la droga incautada continuaban.

 

Hasta ahora había reportes ahora han contabilizado más de 7 toneladas, lo que ya de por si es histórico, y faltaban revisar un 15% de lo decomisado.

 

Cada ladrillo encontrado pesa entre un kilo y kilo 100 gramos. Los trabajos continúan en la zona”, refirió. Lo que toma relevancia si se considera que  el kilogramo de droga tendría un valor de entre 40 y 45 mil dólares en Europa, y 200 mil dólares en Australia.

 

Fuentes policiales revelaron a diarios locales que se incautaron 120 sacos que estaban listos para ser enviados a España y Bélgica.

 

En tanto, la Policía Nacional solicitó la presencia de un contingente de la Unidad Canina para que rastreen el local donde se incautó el estupefaciente, pues trascendió que pudieran existir búnkers construidos debajo de la tierra donde podría existir más droga escondida.

 

El cargamento fue incautado en un local ubicado en una zona rural cercana a las costas del Pacífico, en Huanchaco, distrito famoso por su balneario para los amantes del surfing, a 585 kilómetros al noreste de Lima.

 

Se detuvo a dos mexicanos y seis peruanos en relación con la droga cuyo destino eran dos países europeos.

 

“Hasta el momento es una cifra histórica. Esto puede incluso seguir aumentando porque seguimos trabajando”, dijo el jefe de la policía antinarcóticos.

 

De acuerdo a las investigaciones, los narcos intentaban exportar unas 100 toneladas de rocas de carbón con cocaína pura en su interior. Horadaron miles de rocas y colocaron hasta cuatro kilos de cocaína en forma de ladrillos dentro de cada piedra y luego la recubrían con fragmentos de carbón usando un pegamento líquido que demoraba hasta 45 días para que se seque. NS