Destroyer, The Black Angels y Jimmy Cliff & Tim Armstrong era lo único que me hubiera gustado presenciar en vivo en Coachella. No valía la pena, para mí, viajar a Estados Unidos para estar ahí. De pronto ya me da mucha flojera salir a conciertos, caso reciente la visita de Atari Teenage Riot a la Ciudad de México, una de mis bandas favoritas. The Black Keys, M83, Pulp, Ximena Sariñana y The Rapture las considero marcas que aseguran al inversionista que paga por sus servicios la llegada masiva de jóvenes listos para bailar, comprar playeras, llenarse de polvo, estar a punto de deshidratarse y guardar en su celular imágenes para el recuerdo. En realidad, para presumir en Twitter y Facebook que fueron parte de un fenómeno de masas que entiende su razón de ser a partir de estaciones de radio en todo el planeta, globales, que uniforman los contenidos y comentarios y argumentos de lo que supuestamente es contestatario, pero resulta más mainstream que Alejandro Fernández.

 

Cuento todo esto, como viejo amargado, porque este fin de semana YouTube puso a disposición de las masas con internet y computadoras potentes el festival en línea. Cualquiera que no pudo viajar a Estados Unidos y no tenía nada mejor que hacer el fin de semana se quedó encerrado en su cuarto, o en la sala de su casa, disfrutando de la música que los locutores de moda dicen que son lo que deben escuchar los jóvenes que desean pertenecer a algo sofisticado, educado y lejos de lo que promocionan otras estaciones, digamos, más locales o tradicionales.

 

Yo de pronto me enteré de todo esto porque uno de mis conocidos, que no mi amigo, comenzó a decir que estaba disfrutando del concierto de Explosions in the Sky en Coachella. Se me hizo muy raro, de entrada, porque sé que sus gustos musicales son más afines a Elefante y Paulina Rubio, que a los Buzzcocks o Justice.

 

Pero Ximena Sariñana en el cartel me hizo entender que la globalización junto con la tecnología, en el sentido negativo de la palabra, ya masificó el underground. Como cantaba Rubén en el LUCC: “El underground está de moda y así se espera todas las noches que ocurra”.

 

YouTube, el canal de Google, tiene un gran mérito, al lograr que los contenidos independientes y que las masas demandan lleguen a su destino eficientemente. Al final, podría estar escribiendo un texto de mi malestar porque todos los jóvenes de México escuchan a Rebelde. Pero no, ahora el uniforme para ser aceptado consiste en saber qué es Coachella, idolatrar a Pulp y a Jarvis Cocker, mostrar sentimientos con algún título de alguna canción de Radiohead o tuitear una y otra vez que estuvieron presentes el fin de semana en Indio, California, desde la comodidad de su cama.

 

Es muy difícil tener dinero suficiente para ir a este tipo de festivales y presumirlo con una playera al regresar a las actividades en el país de origen. Pero, los demás, ¿no tienen amigos o algo mejor que hacer el fin de semana que estar frente a una máquina?

 

RABBIT HOLE

 

*** Halo, una de mis historias favoritas, creí que nunca más me sorprendería. Sin embargo, la semana pasada Microsoft y 343 Industries revelaron que Neil Davidge está creando el tema principal de la cuarta parte de la saga que millones de personas en el planeta juegan desde hace más de una década. El productor de los últimos discos de Massive Attack dice que es un fan apasionado de Halo y se siente honrado de tener la oportunidad de ser parte de este fenómeno cultural, social y de negocios. La empresa de Redmond, Washington, dijo que Davidge busca un tenor masculino, 10 vocalistas búlgaras y una orquesta de 50 músicos para dar vida a la música de Halo 4. El genio que trabajó con Liz Fraser, de Cocteau Twins en Teardrop, hace algunos años participó en la música de Assassin´s Creed.

 

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