La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ejerció la facultad de atracción para investigar los hechos violentos contra un niño en la escuela “Carlos Pellicer Cámara”, en el municipio de Emiliano Zapata, Tabasco.

 

El presidente de la CNDH, Raúl Plascencia, detalló que a través de información difundida en los medios de comunicación, tuvo conocimiento de que un estudiante de secundaria, con problemas en el aprendizaje, ha sido objeto de agresiones y maltrato en ese plantel educativo por parte de sus compañeros.

 

También que dentro de las instalaciones de la escuela recibía burlas y golpes de manera constante, incluso, el pasado lunes 30 de junio, sus compañeros lo tiraron al piso en la cancha de usos múltiples, le amarraron los pies con cinta adhesiva y lo metieron a una jaula.

 

Precisó que según las notas periodísticas, los padres de familia indicaron que el director de la escuela no ha tomado las medidas necesarias para evitar la violencia escolar, informó el organismo nacional en un comunicado.

 

Por todo lo expresado, instruyó a que se ejerciera la facultad de atracción respecto al expediente que se tramita en la Comisión Estatal de Derechos Humanos Tabasco.

 

Para lo cual, visitadores adjuntos y psicólogos se trasladarán al municipio mencionado, con el propósito de entrevistarse con la víctima y sus familiares y brindarles atención victimológica y acompañamiento.

 

El ombudsman nacional informó que en el lugar se realizarán todas las acciones para allegarse las evidencias necesarias a fin de integrar el expediente y emitir la determinación que conforme a derecho corresponda.

 

“Este organismo nacional reitera que la violencia en el entorno escolar debe ser atendida de manera urgente, contando con la suma de esfuerzos de las autoridades, las instituciones educativas y la familia”, expuso.

 

Para lograr combatirla se deben fortalecer las políticas escolares de manera integral a fin de involucrar a toda la comunidad escolar, el personal docente, los directivos, los administradores, los padres y las madres de familia, los tutores y los estudiantes.

 

Asimismo, es necesario que se impulse la cultura de denuncia y se refuerce la atención victimológica para los niños y sus familiares.