El Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona y el Gobierno de la Ciudad de México presentaron hoy en la capital mexicana una herramienta que difundirá diariamente un pronóstico de calidad del aire por ozono en la urbe a través de la actualización de la aplicación móvil “Aire CDMX”.

 

 

El investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra del Centro Nacional de Supercomputación (BSCCNS) Marc Guevara apuntó hoy en rueda de prensa que la capital mexicana y Barcelona “comparten el problema global de la contaminación del aire urbano”.

 

 

Según un estudio de 2016 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tanto Barcelona como la Ciudad de México se sitúan en un nivel medio de contaminación por partículas, y aunque están mucho mejor que otras ciudades, sobre todo de Asia, “aún queda camino por recorrer”, señaló el coordinador del proyecto entre ambas ciudades.

 

 

Para poder evitar la superación de los niveles máximos recomendados, hay una estrategia integral que la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la capital mexicana “ha estado trabajando durante muchos años para intentar poder reducir estas emisiones a partir de el programa de contingencia ambiental o el programa ProAire“, recordó el científico.

 

 

Con el objetivo de lograr esta reducción, el BSCCNS añadió el sistema de la modelización de la calidad del aire, compuesto por un modelo meteorológico, un modelo de emisiones que se nutre del inventario de la Sedema, y un modelo de transporte fotoquímico que modeliza la formación, el transporte y la deposición de los contaminantes.

 

 

Este sistema, que ha costado 4,6 millones de pesos (226.377 dólares) consigue un pronóstico que revela cuál será la calidad del aire en la capital mexicana y su área metropolitana en las próximas 24 horas, información importante para la población en general, en particular para quienes tengan problemas específicos de salud.

 

 

Otra de las funciones de este pronóstico es concienciar a la población sobre su propio impacto ambiental y que piensen en las acciones que pueden emprender para “intentar evitar que esto ocurra”, enfatizó Guevara.

 

 

El experto señaló que modelizar la calidad del aire es una tarea “muy compleja”, que implica resolver la física meteorológica que afecta la contaminación atmosférica (temperatura, radiación solar, vientos), las actividades humanas o animales que generan contaminantes primarios, así como la química atmosférica.

 

 

Por su parte, el jefe del Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, anunció que este pronóstico podrá leerse en la aplicación móvil “Aire CDMX“, lo que va a facilitar a los habitantes de la capital a tomar las decisiones médicas necesarias con anticipación de 24 horas.

 

 

“Vienen momentos complicados, el cambio climático es una realidad, está presente en la Ciudad de México. Hemos estado observando con preocupación tanto las subidas de temperatura como la ausencia de suficiente viento, que es lo que le ayuda a la ciudad”, alertó Mancera.

 

 

El ganador del Premio Nobel de Química 1995, Mario Molina, recordó a su vez que el año pasado el Gobierno de la Ciudad de México decretó emergencias ambientales a causa de los altos niveles de ozono, pero que la efectividad a largo plazo de estas medidas (parar la circulación o la actividad de algunas fábricas) nunca fue probada.

 

 

En ese sentido, Molina estimó que el proyecto fruto de la colaboración con Barcelona ayudará a Ciudad de México a “encontrar las medidas más adecuadas a largo plazo”, no solamente para evitar las contingencias ambientales sino también para erradicar los problemas de salud provocados por la contaminación atmosférica.

 

 

El experto señaló su preocupación por las partículas contaminantes de menos de 2,5 micras (PM2.5), sobre las cuales no hay herramientas para medirlas por su reducido tamaño, ya que pueden penetrar en los pulmones al respirar y causar daños a estos órganos, así como a la circulación sanguínea, además de provocar muertes prematuras o la limitación del desarrollo pulmonar de los niños.

 

 

Frente a la inquietud del científico, Mancera prometió que el año próximo el Gobierno de la Ciudad de México contará con el pronóstico de calidad del aire por partículas suspendidas PM2.5.

 

 

dca