Charles Gordon Blazer, a quien se le conoce más por su sobrenombre de Chuck fue la fuente principal de la investigación que detonó en la detención de siete altos dirigentes de la FIFA y que ha puesto en entredicho la planeada reelección de Joseph Blatter como presidente del organismo.

 

Chuck Blazer, conocido en México por su papel de dirigente de la Concacaf durante más de 20 años como Secretario General, llegó a ser miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA desde 1996 hasta 2011, cuando fue expulsado acusado de actos de corrupción.

 

Apenas el año pasado la FIFA lo suspendió 90 días bajo sospecha de aceptar sobornos millonarios. La cifra que se conoció ascendía a los 20 millones de dólares. Blazer estaba colaborando con el FBI desde hace tiempo y la primera información al respecto se conoció en noviembre pasado.

 

Cuando el FBI comenzó su investigación a raíz del informe que hizo el fiscal estadounidense Michael García sobre la corrupción en la designación de las sedes de los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022, y que fue ignorado y ocultado por la FIFA.

 

Entonces, Blazer entró en escena. Fue utilizado por la agencia de investigación estadounidense para usar micrófonos ocultos y grabar distintas conversaciones con dirigentes de la FIFA en todos los rangos. Lo hizo porque estaba acusado y de hecho fue sentenciado por diversos actos de corrupción, fraude contra la Concacaf, lavado de dinero y defraudación fiscal en Estados Unidos. Se especula en la prensa estadounidense que habría hecho un trato con la fiscalía para colaborar y así evitar ir a prisión. Hasta lo que se sabe, pagó una multa de dos millones de dólares y se espera que pague algo más, que todavía no se determina.

 

Blazer, quien se involucró en el futbol porque era papá de un chico que lo practicaba en un suburbio de Nueva York, despilfarraba el dinero de la Concacaf, al grado de tener un lujoso departamento en la Torre Trump sólo para sus gatos.

 

Con esas grabaciones el FBI pudo armar un caso que le ha permitido formular solicitudes de extradición y asestar el golpe justo cuando la FIFA se apresta a celebrar su congreso para le reelección de Joseph Blatter al frente del organismo.

 

El FBI recabó datos clave y hasta confesiones involuntarias para su denuncia por corrupción, lavado de dinero y capitales, entre otras cosas.

 

El informe de García, quien por cierto, está casado con una agente del FBI, daba cuenta a lo largo de sus 350 páginas de numerosas irregularidades, incluía entrevistas a más de 75 testigos y cintas de audios reveladoras.

 

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