PEKÍN. China ha ejecutado a ocho personas culpables de llevar a cabo “ataques terroristas”, entre ellos tres individuos que “planearon” el atentado perpetrado en octubre de 2013 en la emblemática plaza de Tiananmen, en el corazón de Pekín, que causó cinco muertos y 40 heridos.

 

 
Según informó la agencia oficial de noticias Xinhua, se trata de Huseyin Guxur, Yusup Wherniyaz y Yusup Ehmet, tres ciudadanos de la región noroccidental china de Xinjiang que fueron declarados culpables el 16 de junio de “organizar y dirigir un grupo terrorista y poner en peligro la seguridad pública”.

 

Xinhua, que cita al Departamento de Propaganda de la región, no concreta sin embargo cuándo se llevaron a cabo las ejecuciones.

 

Los otros cinco sentenciados, según la agencia estatal, estuvieron involucrados en varios ataques en Xinjiang, como el asalto a una comisaría de policía en la localidad de Aksu o el asesinato de funcionarios del Gobierno en Hotan.

 

Además, el Tribunal Supremo de la región los declaró culpables de fabricar, transportar y almacenar explosivos y de organizar y dirigir una organización terrorista, entre otros cargos.

 

 

El pasado octubre, una camioneta que portaba la matrícula de la región de Xinjiang se estrelló en Tiananmen, atropelló vendedores a su paso y se incendió a las puertas de la Ciudad Prohibida, lo que causó la muerte de las tres personas que viajaban en el vehículo y la de dos ciudadanos más.

 

El suceso en Tiananmen sorprendió por el hecho de que hasta entonces el enfrentamiento entre autoridades chinas y los movimientos independentistas de Xinjiang se había concentrado en esa región, donde los choques entre la etnia “han” y los “uigur” -mayoritaria en la zona y de religión musulmana- son habituales.

 

Tras el ataque en Tiananmen, China ha sufrido varios atentados en los últimos meses fuera y dentro de la conflictiva región por parte de grupos extremistas, entre los que destacan el de la ciudad de Kunming (suroeste de China) en marzo, con 33 muertos, y el de Urumqi, con 39 fallecidos y casi un centenar de heridos.

 

Durante los últimos cinco años el número de víctimas relacionadas con enfrentamientos entre las autoridades y estos grupos o por ataques terroristas se sitúa alrededor de 500.

 

El Gobierno chino suele responsabilizar de los conflictos a grupos terroristas que vincula con fuerzas externas como Al Qaeda, mientras que los grupos uigures en el exilio acusan a Pekín de usar el terrorismo como excusa para reprimir su religión y cultura.