El cantante David Bisbal se ha mantenido activo en redes sociales desde que inició su gira por España, sin embargo, no ha comentado nada sobre la acusaciones de su ex pareja la cantante Chenoa.

 

Ayer se publicó el libro “Defectos perfectos” en el que Chenoa desvela los detalles de su ruptura.

 

 

Según han difundido usuarios en Twitter a través de capturas de pantalla: cómo se enteró, cuáles fueron sus últimas palabras con el cantante y cómo superó el ‘duelo’. Aprovechando, eso sí, que atraviesa uno de sus mejores momentos profesionales (ha vuelto a la televisión al ser jurado del programa Tu cara me suena).  “Alguien me llamó por teléfono. No soy capaz de recordar quién fue. ‘Pon la tele’.

 

Allí estaba David, en una rueda de prensa en Caracas, encantado de la vida, diciendo que no estaba con nadie”, cuenta la artista en el interior de la novela.  Ella se enteró de la ruptura al mismo tiempo que el resto de españoles: por la televisión. “No podía respirar. Su ropa estaba en el armario. Aquello tenía que ser una broma de mal gusto, pero no: era el peor día de mi vida”.

 

La historia no acabó ahí. Cuando ella levantó el teléfono y marcó el número del triunfito para saber qué pasaba, “una voz contestó que aquel número no correspondía a ningún usuario”. Y así se enteró de que la persona con la que había mantenido una relación durante años, desde que se conocieron en Operación triunfo, había cambiado de teléfono sin decir nada, sin avisar.

 

Por eso llamó a su cuñada, la hermana de David. “Me dijo que lo entendiera, que no podía dar el número nuevo. Si me has querido, protégeme, coño”, relata Chenoa.

 

Pero ¿cuál era la situación de la pareja para que el de Almería desapareciera de su vida sin decir nada?

 

Ella ofrece toda clase de detalles en el interior de las páginas. Cuenta cómo “una semana antes de regresar de su viaje (de Caracas)”, David le “envió un ramo precioso con una nota que decía ‘Ya llego'”.

 

“Yo seguía flotando en mi nube de amor y flores blancas, cómo no iba a hacerlo. Cuando regresó, yo estaba trabajando y, al volver a casa, me lo encontré con la maleta hecha. ‘Tengo que pensar, mejor lo dejamos'”, fueron las palabras de él.

 

“Ya había pasado otra vez y él había vuelto al poco tiempo, arrepentido y con las cosas claras: él me quería. Y punto”. “Tómate tu tiempo”, le dijo ella. “Veremos qué pasa”. “Cuando le llamé al día siguiente, no noté nada raro”, continúa. “Estaba viendo la tele con sus padres. No pensé que la cosa fuera definitiva, pero lo era, al parecer”. De esta manera la artista pone punto final a una de las historias.

 

aarl