CARACAS. En momentos en que Venezuela está sumida en una crisis económica caracterizada por una inflación galopante y problemas severos de escasez, militantes del oficialismo acudían el domingo a las urnas para elegir a sus candidatos para los comicios legislativos, que se realizarán en diciembre.

 

 

Más de  mil 100 precandidatos participan en las primarias oficialistas que estuvieron signadas por un amplio despliegue propagandístico y una presencia recurrente de los postulados en los medios estatales, en contraste a la modestia de los comicios internos de la oposición, cuya promoción estuvo ausente de los medios radioeléctricos estatales y privados.

 

Los adversarios del gobierno, empero, figuran como favoritos para vencer en los comicios parlamentarios por primera vez en 16 años según las principales encuestas y lograr una mayoría en la Asamblea Nacional que controla actualmente el oficialismo.

 

Varios exministros, presentadores de televisión, cantantes de hip hop, deportistas y hasta un ex ganador de un concurso de belleza masculino figuran en la lista de mil 162 precandidatos de la que saldrán 110 postulados con los que el oficialismo buscará mantener su dominio en el Legislativo.

 

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) debe sumar al menos dos tercios de la Asamblea Nacional —unos 111 legisladores— para mantener la mayoría absoluta, requerida para aprobar leyes orgánicas, entre otros instrumentos legales.

 

El oficialismo espera definir próximamente con sus partidos aliados un grupo de candidatos de consenso que sumados a los que saldrán de las primarias, completarán el listado de los 167 aspirantes a las parlamentarias del 6 de diciembre. Se espera que al menos tres millones de militantes del PSUV votaran en el proceso de elección de candidatos.

 

Desde muy temprano por la mañana había votantes a las puertas de los centros de votación de la capital venezolana. El Consejo Nacional Electoral (CNE), que presta apoyo técnico y logístico al proceso, habilitó tres mil 987 centros de votación e instaló  cinco mil 613 mesas electorales en las 87 circunscripciones del país.

 

En los 23 estados y el Distrito Capital donde se realizan las elecciones agrupan a cerca de 19 millones de electores, pero no se espera una participación masiva en las primarias debido a que este tipo de eventos electorales no suelen atraer a muchos votantes.

 

En las primarias oficialistas de 2010, en las que se eligieron los candidatos para las parlamentarias de ese año, participaron 2.5 millones de militantes y la abstención fue de 62%.

 

Oficialistas y opositores decidieron convocar primarias abiertas para todos los venezolanos inscritos en el padrón electoral. Las primarias de la oposición se realizaron el 17 de mayo.

 

Los adversarios del gobierno en sus primarias eligieron a 42 candidatos en 12 estados y los restantes 125 candidatos principales fueros elegidos por consenso. La Mesa de Unidad Democrática (MUD) —una coalición de grupos opositores compuesta por una veintena de partidos de izquierda, conservadores, moderados y tradicionales— estuvo limitada en parte por la escasez de recursos financieros y la necesidad de garantizar espacios a la amplia gama de organizaciones que la integran.

 

El presidente Nicolás Maduro ha dicho que necesita la mayoría “para garantizar que la revolución siga”.

 

En los comicios legislativos de diciembre, el chavismo enfrentará por primera vez en 16 años el reto de salir al ruedo electoral con una desventaja de más de 10 puntos frente a la oposición, según las principales encuestas.

 

La grave crisis económica que azota al país complica aún más el escenario para el oficialismo, que deberá lograr una mayoría contundente de votos para mantener el dominio de la Asamblea Nacional y evitar que la oposición, que ha amenazado con promover un referendo revocatorio contra Maduro, pueda tomar el control del Legislativo.

 

La oposición —que acusa al oficialismo de imponer su mayoría legislativa para elegir entre sus simpatizantes a los miembros de los poderes públicos— dice que es vital lograr que sus adversarios dejen de tener la mayoría, con el fin de garantizar “la separación de los poderes”.

 

La oposición también ha denunciado repetidamente que la Asamblea ha delegado en el jefe de Estado sus facultades de legislar y ha renunciado a su labor de fiscalizar la labor del ejecutivo.

 

OBO