De cada 10 católicos mexicanos, nueve están de acuerdo con la separación entre la iglesia y el Estado, ya que consideran que los funcionarios públicos deben de tener un actuar laico en su trabajo mientras que los sacerdotes no deben de intervenir en asuntos de gobierno ni electorales.

 

La Encuesta Nacional de Opinión Católica 2014, realizada por Investigación en Salud y Demografía S.C. y Católicas por el Derecho a Decidir, revela que el 89% de los feligreses considera que los funcionarios públicos deben gobernar con base en la diversidad de opiniones que existen en el país, mientras que el 64% está en desacuerdo en que en las escuelas públicas se den clases de religión.

 

Respecto a la participación política de sacerdotes, la mayoría de los católicos está en desacuerdo. Tres de cada cuatro católicos piensa que los sacerdotes no deben de ocupar cargos de elección popular, mientras que el 93% opina que no deben de hacer proselitismo a favor o en contra de algún candidato.

 

La Encuesta también midió autopercepciones del grado de catolicismo de los mexicanos. El 33 % de quien dijo profesar esta fe se consideró poco católico, mientras que el 51 % se considera algo católico y sólo el 14 % muy católico.

 

Evelyn Aldaz, investigadora de Católicas por el Derecho a Decidir, explicó que esta Encuesta da información de cómo es la fe católica en el país, algo importante considerando que el Censo de Población y Vivienda 2010 reportó que el 83.9% de los mexicanos profesan esta religión.

 

Aspectos como edad, sexo, nivel socioeconómico, educación y zona de residencia son factores que afectan la forma de cómo manifiestan su fe. Por ejemplo entre los adultos mayores de 60 años es más frecuente rezar (77 %), mientras que jóvenes entre 18 y 24 años la mitad lo hace de manera frecuente y la otra mitad de vez en cuando.

 

También los adultos mayores asisten más a misa, pues 60 % aseguró ir por lo menos una vez a la semana, mientras que entre los jóvenes la tendencia es que el 49 % va sólo en ocasiones especiales. Otra diferencia es su idea de Dios, pues mientras los jóvenes lo ven como alguien que protege, los adultos mayores lo consideran como un ser que perdona.

 

Si se ve las costumbres católicas entre hombres y mujeres, son ellas quienes más rezan y más van a misa respecto a los varones.

 

Sobre las diferencias regionales, Aldaz dijo que la más católica es la norte, por encima del Bajío que tradicionalmente ha tenido ese lugar, mientras que el Distrito Federal tiene una tendencia más laica. Esto se debe a que la capital del país es una entidad con más variedad de ideas, mayor acceso a información y niveles de educación más altos.

 

Para finalizar, la Encuesta indica que la Virgen de Guadalupe es la segunda deidad más aceptada por los católicos, sólo detrás de Dios.