BARCELONA. La celebración del día nacional de Cataluña (Diada) celebrado el pasado viernes, ha sido el primer acto electoral de la candidatura Junts pel si (Juntos por el sí) que agrupa a dos partidos (Convergència y Esquerra Republicana) y representantes de movimientos sociales. Prácticamente no tienen programa, su objetivo no es otro que la independencia.

 

La lista de candidatos está encabezada por un independiente (militante hasta hace poco del partido de izquierdas, Iniciativa per Catalunya) a la que le siguen dos representantes de movimientos sociales, y es en el cuarto lugar, donde aparece el actual Presidente, Artur Mas. Sin embargo se da como seguro que sea él quien se presente como futuro Presidente de Cataluña.

 

Nadie puede negar que, la del viernes, ha sido una gran manifestación de fuerza en favor de la independencia (la asistencia oscila entre 1.4 y dos millones de catalanes). Según las encuestas que se han publicado hasta ahora, dicha candidatura será la más votada en las próximas elecciones (27 de septiembre) pero no conseguiría la mayoría absoluta, por lo que en todo caso precisará de los diputados de un partido llamado CUP (Candidatura de Unitat Popular) independentistas de izquierda muy radicales (hablan de la independencia de los Paises Catalanes, es decir Catalunya, Valencia y Mallorca).

 

Cabe señalar que hasta ahora, la CUP ha sido totalmente crítica del gobierno de Mas con sus  privatizaciones y su política económica tanto o más de derechas que la del PP. Sin embargo  ya ha declarado que en caso de ser necesario, apoyará a Mas.

 

Mientras tanto el gobierno de Madrid se refugia en la Constitución, con declaraciones en general agresivas y ofensivas que sólo consiguen aumentar el número de independentistas. Partidos de derechas nacionalistas españoles, PP y Ciudadanos, han caído en la trampa de los independentistas predicando por el no a la independencia y convirtiendo así las elecciones en  plebiscitarias.

 

En este contexto quienes pueden estar por la reclamación de un referéndum pero no explícitamente por la independencia, como es el caso de una candidatura de izquierdas (Catalunya si que es pot)  y los socialistas (PSC), se encuentran con grandes dificultades para introducir su discurso. Sobre todo los socialistas que por otra parte tampoco tienen un gran apoyo del PSOE. Hay que tener en cuenta que en diciembre tendrán lugar las elecciones generales y al PP y PSOE no le interesa ofrecer  soluciones para Cataluña ya que ello puede hacerles perder votos en el resto de España.

 

¿Qué pasará?

 

Con el riesgo de equivocarme, pienso que los partidos independentistas tendrán mayoría. Se hará un gobierno presidido por Artur Mas y luego habrá un impasse esperando que en las elecciones generales el PP pierda y se cree una nueva mayoría. Entonces puede hacerse posible la celebración de un referéndum, como el que se celebró en Escocia, y el gobierno central, como hizo el de Gran Bretaña, puede ofrecer algunas de las reivindicaciones en las que más del 80% de los catalanes están de acuerdo: un nuevo sistema de financiación, absoluto respeto al idioma catalán, competencia exclusiva en cultura y enseñanza  y, finalmente, que se reconozca que Cataluña es una nación, definiendo a  España como una nación de naciones. Así la definía hace unos años Felipe González aunque ahora parece haberlo olvidado.

 

De ser así no me cabe duda que en el referéndum ganaría el No a la independencia, como ocurrió en Escocia. En definitiva que todo depende de la capacidad política y de diálogo del nuevo gobierno de España.
Si fuera así, la gran movilización por la independencia habría servido para conseguir una mejor autonomía. El problema será en todo caso la necesidad de gestionar la frustración de muchos catalanes que realmente han creído, y se les ha hecho creer, que en un año Cataluña sería la nueva República Catalana.