MONTEVIDEO. El 68.8 % de las mujeres uruguayas mayores de 15 años dice haber sufrido violencia machista en algún momento de su vida, según un informe de evaluación de la igualdad de género en el país entre 2006 y 2014 presentado en Montevideo y en el que participó el Fondo de Población de la ONU (UNFPA).

 

“Es una problemática social grave en Uruguay, muy frecuente, los datos (…) son muy altos, siete de cada diez mujeres ha declarado que en algún momento de su vida ha sufrido violencia basada en género”, dijo a la prensa la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) de Uruguay, Mariela Mazzotti.

 

En este sentido, la titular de este instituto vinculado al Ministerio de Desarrollo Social aseguró que “son patrones culturales muy arraigados que tienen que cambiar”.

 

“Tiene mucho que ver con cómo se aprende a ser mujer, a ser varón, cómo se aprende a resolver los conflictos y, en este sentido, los hombres en la (vida) cotidiana aprenden que pueden dominar a la mujer hasta usando la violencia”, aseveró Mazzotti.

 

De hecho, el Ministerio del Interior uruguayo informó hoy que hay 144 casos activos de tobilleras electrónicas por violencia doméstica en el país, donde, según dijo el pasado junio su vicepresidente, Raúl Sendic, la violencia machista es “uno de los problemas de Estado más importantes”.

 

Basado en la Encuesta Continua de Hogares (2006-2014), la de Uso de Tiempo de 2013 y la de Prevalencia de la Violencia Basada en Género y Generaciones de 2013 del Instituto Nacional de Estadística, el estudio también destaca el mantenimiento de una “brecha salarial notoria” cuando hombres y mujeres realizan el mismo trabajo.

 

“Si comparamos los salarios de las mujeres más educadas con respecto a los de los hombres más educados (…), ganan un 30 % menos”, afirmó Mazzotti, que destacó que esto se produce cuando en el país las mujeres tienen un mejor desempeño educacional.

 

La coordinadora de la ONU en Uruguay, Denise Cook, dijo a Efe que, a pesar de que el país tiene unas estadísticas de crecimiento económico, una fortaleza institucional y una tradición democrática “muy fuertes”, en cuanto a la “equidad de género sigue estando bastante por debajo de lo esperado a nivel regional”.

 

“La mujer uruguaya sigue accediendo a menos puestos de dirección de lo que sería deseable, sigue teniendo una baja participación en cuanto a puestos de representación política (…) de lo que se esperaría dado el contexto”, aseveró Cook.