@jorgetaboada

Para nadie es un secreto que el consumo de información ha cambiado radicalmente con la llegada de las plataformas digitales. Sin embargo, vale la pena diseccionar ese cambio, pues lo que hoy en día empezamos a ver con mayor frecuencia, va mucho más allá de la ya tan trillada frase de que la gente se informa cada vez más a través de medios digitales, y menos por las otras vías (TV, radio, prensa escrita), un asunto que al menos lleva una década de haberse iniciado.

 

¿Cuál es ese fenómeno ante el que estamos hoy? Vamos por partes. Primero, las preferencias del consumo de los usuarios, que cada vez apuntan menos hacia un lugar específico para informarse y miran hacia una cultura de consumo lo mismo en redes sociales que a través de motores de búsqueda, sitios generalistas, otros especializados, o bien, a través de uno o más teléfonos móviles, tabletas, y diversidad de equipos de cómputo. En otras palabras, más pantallas, más movilidad, más lugares para informarse. Por otro lado, el nacimiento de servicios, plataformas y lugares en Internet que nos permiten tener una mezcla de lo mejor en contenidos alrededor de la red.

 

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Para darnos idea de lo que está aconteciendo, vale la pena mirar datos de Millward Brown que estima que el usuario promedio de Internet dedica alrededor de 245 minutos al día (poco más de cuatro horas) conectado a través de múltiples dispositivos. Se calcula que 92% lo hacen en computadoras personales, 78% en teléfonos móviles, 45% en tabletas, 20% en consolas de videojuegos, 19% en la televisión y 5% en algún “e-reader” o dispositivo electrónico de lectura. Adicionalmente, existen más de 30 millones de teléfonos inteligentes y se estima que para los próximos años, el crecimiento aproximado sea de 128%. Un dato más nos revela una de las tendencias más importantes en cuanto a multi-dispositivos se refiere: 36% de quienes se conectan a Internet, lo hacen mientras tienen dos pantallas encendidas de manera simultánea.

 

Todo esto lo explico en el lanzamiento de las aplicaciones de MSN en sus versiones para teléfonos iOS y Android que, transparento con usted, querido lector, lectora, son el negocio que dirijo en México, y que responden a esa necesidad de permitir el acceso a información y herramientas desde cualquier dispositivo y con preferencias del usuario incluidas.

 

Dado que mi intención no es abundar en un comercial sobre el trabajo que ejerzo con mucho orgullo, sino hablar de tendencias, vale la pena comentar que este esfuerzo con sus respectivos matices es algo que se está multiplicando cada vez más en la arena digital. Un ejemplo de ello es el servicio News Republic, una plataforma que integra contenidos de miles de fuentes acreditadas a nivel global, e igualmente, disponibles para cualquiera que se conecte a Internet, sin importar las características de su dispositivo. Uno de los pioneros en servicios con contenidos de múltiples fuentes y también con un claro enfoque móvil es Flipboard, en tanto que compañías como Yahoo! y Facebook, por ejemplo, tienen también sus versiones respectivas de lectores de noticias que el usuario arma de acuerdo con sus preferencias.

 

Tal parece que se dibuja una tendencia importante en el consumo de información y que, creo, es un paso más en la evolución de los medios de información: los servicios que con base en tecnología, cómputo en la nube y alianzas estratégicas, ofrecen al usuario nuevos lugares de información, con una perspectiva fresca y sobre todo, grandes experiencias adaptadas a las características de su dispositivo.

 

Lo que queda pendiente es ver si los medios más tradicionales se suman a esa tendencia. Esta misma semana alguien me comentaba que aquellos que son más inteligentes e innovadores, entenderán que deben buscar más formas de distribuir sus contenidos para estar al alcance de los usuarios en todos los colores y sabores a través de los cuales consumen información, algo que quizá no todos están entendiendo y que podría representar una ceguera ante las nuevas formas de informarse y podría llevarlos a destinos parecidos a los que muchas compañías de música tuvieron, al no entender las nuevas formas de consumo de música digital. Tiene razón.