A partir del próximo 16 de diciembre, ningún medio de comunicación español será incluido dentro del Google News, un producto de su plataforma que usualmente mezcla los temas más relevantes del momento, y utilizando referencias de múltiples medios de información. La medida se da en respuesta a una legislación recientemente aprobada, que obliga a los buscadores a pagar a los editores por mostrar sus contenidos en sus resultados de búsqueda.

 

¿De dónde proviene tal legislación? En resumen, de la premisa de que la empresa con el buscador más grande del mundo, hace mucho (en realidad muchísimo) dinero, a costa de mostrar contenidos de terceros, específicamente, medios de comunicación.

 

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La situación es muy compleja, y no existe una verdad universal sobre el tema. Dependiendo del ángulo desde donde se vea, el villano puede ser uno o el otro. Para los medios, la postura está expuesta: son utilizados para que Google se vuelva multibillonario. Para la empresa californiana, la medida no tiene razón de ser.

 

Lo que parece ser un hecho es que lamentablemente estamos frente a una más de las medidas desesperadas y cargadas de desconocimiento de los medios de comunicación, una industria que con el advenimiento de internet y de herramientas como Google precisamente, ha entrado en una crisis global importante.

 

En primera, Google se ha instalado como un “must” en los hábitos de quien navega por internet. Es el “genio”, el “sabelotodo” para muchos usuarios, como me ha tocado constatar en múltiples focus group, y difícilmente dejarán de utilizarlo como una fuente fundamental en la búsqueda de información. Por otro lado, si bien Google hace dinero, precisamente por esa posición dominante que construyó y que le permite conectar a anunciantes de todos tipos y tamaños con las audiencias adecuadas, y no necesariamente por “explotar” los contenidos de alguien específicamente, también es verdad que el buscador se ha vuelto una herramienta fundamental para derivar tráfico hacia sitios de internet, particularmente medios de comunicación.

 

Mediante técnicas bien implementadas de SEO (Search Engine Optimization, por sus siglas en inglés), algunos medios reciben hasta 80% de su tráfico por los buscadores, particularmente Google. Y por eso no pagan ni un centavo. La herramienta se ha convertido en una pieza clave para contar con audiencias que pueden convertirse en dinero mediante sus propias estrategias de publicidad, que en internet, por cierto, todavía se paga muy mal, pero eso no es culpa de Google, ni de ningún otro jugador en internet.

 

Google, el aparador más grande para exhibir contenidos, es el mall donde todos quieren estar, o casi todos, a decir por lo ocurrido en España, y previamente en otros países.

 

Es evidente que en la respuesta de no incluirlos más dentro de Google News, -evidentemente cargada del dejo cuasi monopólico que sostiene la empresa de internet, quien más pierde son los medios de comunicación. No es la primera vez que ocurre, pues en Alemania, los editores tenían el derecho de cobrar a agregadores en general (dentro de los que se catalogó a Google) por mostrar sus contenidos. Entonces Google eliminó fotos y resumen de las noticias, y eso tuvo una implicación casi inmediata, pues los medios de comunicación renunciaron a su derecho a ejercer el cobro con tal de seguir indexados dentro de Google, situación similar a lo ocurrido un par de años antes en Bélgica.

 

Google no es ninguna blanca palomita y en efecto, se comporta desde una posición dominante. Pero es un hecho que en esta decisión le están “colgando santos” que no le corresponden, que impactan más a los medios y su crisis, pero sobre todo al consumidor final.