WASHINGTON.- El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, H.R. McMaster desmintió hoy un reporte del diario The Washington Post, según el cual, el presidente Donald Trump reveló “información altamente clasificada” al canciller ruso Serguei Lavrov.

 

 

“No hay nada que el presidente tome con más seriedad de la seguridad nacional. La historia que fue publicada esta tarde, como fue reportada, es falsa”, dijo McMaster a los periodistas fuera de la Casa Blanca.

 

 

El diario, que citó a funcionarios y exfuncionarios, señaló que Trump había compartido con emisarios rusos información que le había sido entregada a Estados Unidos por un socio, y que tuvo el potencial de poner en riesgo a una fuente de información sobre el Estado Islámico (EI).

 

 

“El presidente y el canciller (ruso) revisaron un amplio abanico amenazas comunes a nuestros dos países, incluyendo amenazas a la seguridad de aérea”, añadió McMaster.

 

 

“En ningún momento se discutieron fuentes o métodos de inteligencia Y el presidente no reveló ninguna operación militar que no se conociera ya públicamente”, remató.

 

 

McMaster señaló que en el salón se encontraba también el secretario de Estado Rex Tillerson. “Yo estuve en el salón. Eso no ocurrió”, dijo.

 

 

Greg Miller, el reportero del Post que escribió el reportaje, sostuvo que la Casa Blanca recurrió a un “juego de palabras”, toda vez que su historia en ningún momento sostuvo que el presidente revelara fuentes o método de inteligencia.

 

 

“Están tratando de atemperar el impacto de la historia”, dijo a la cadena CNN.

 

 

El Post había reportado que el socio no le había dado permiso a Estados Unidos de compartir el material con Rusia, y que las fuentes dijeron que la decisión de Trump ponía en riesgo “la cooperación con un aliado que tiene acceso a la operación del Estado Islámico”, añadió.

 

 

Trump “reveló más información al embajador ruso que la que nosotros compartimos con nuestros propios aliados”, dijo una de las fuentes

 

 

La revelación coincide con el escándalo por el despido de James Comey como director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la admisión del presidente Trump de que pensaba en el tema cuando decidió remover al funcionario de su cargo.

 

DCA