WASHINGTON, DC.- Afganistán y México son -en teoría- los principales abastecedores del creciente mercado de heroína en Estados Unidos, de acuerdo al reporte del Buró Internacional de Control de Narcóticos, (ICNB) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

Sin embargo, la Evaluación Anual de la Amenaza de Drogas 2016, escrita por la DEA (agencia antidrogas de EU) con reportes de corporaciones policiacas del todo el país, señala que el mayor porcentaje de heroína procede de cárteles de droga de México y en menor escala de Colombia, que por su proximidad a este país tiene la posibilidad de satisfacer la creciente demanda, con una infraestructura de transporte y distribución.

 

“La legalización y subsecuente disponibilidad de mariguana del más alto grado ha llevado a los cárteles de droga mexicanos a incrementar peligrosamente las cantidades de heroína y metanfetaminas que trafican a través de la frontera”, asegura el congresista Bob Goodlate, presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja.

 

De acuerdo al reporte de la DEA, “las organizaciones de Crimen Organizado Transnacional (TCO) mexicanas continúan siendo la principal amenaza criminal para Estados Unidos” por la influencia que tienen en grandes regiones de México para el cultivo, producción, control de los principales corredores para exportación ilegal y la distribución en toda la Unión Americana.

 

Distribución a la que -con apoyo de la más avanzada tecnología – ahora pueden enviar a la puerta de las casas de adictos algunos tipos de droga, como heroína, derivados del opio, Fentanyl y otras drogas sintéticas.

 

Las ordenes se hacen desde “páginas oscuras” de Internet y se pagan con BitCoin, y otras monedas electrónicas, neutralizando prácticamente la acción de la justicia, que ahora enfoca sus esfuerzos a mayores controles del servicio de correo y empresas de paquetería.

 

“La cantidad de heroína que se produce en México creció a 70 toneladas métricas en 2015 y 67% más que en 2014” asegura John Walters, ex director de la Oficina de Políticas Antinarcóticos de la Casa Blanca, explicando que en 2013 la producción era de 26 toneladas métricas, 169% menor a la producción actual.

 

Asegura que los cárteles mexicanos han creado un nuevo mercado de consumidores de heroína, eliminando la apariencia y uso de la droga, de la “black tar” inyectada, a la que muchos temían y sólo utilizaban indigentes, a la producción de un polvo blanco, más puro, más barato y peligroso, que se inhala, atrayendo más la atención de nuevos consumidores que evitaban el uso de la jeringa.

 

“Una vez que son capturados por el polvo blanco, se convierten en involuntarios consumidores , agregando la heroína al menú de drogas que la mayoría de estadounidenses considera pueden consumir “sin ser detectados”, lo que dice, “disparó la tasa de muertes por sobredosis en un 440%.

 

Xavier Rodríguez

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Walters critica a las últimas dos administraciones presidenciales de Estados Unidos “porque para contener la amenaza que crece desproporcionadamente, la Casa Blanca, Departamento de Estado o de Justicia han hablado con sus contrapartes mexicanas para ofrecer ayuda en la erradicación de cultivos, advirtiendo que a una mayor producción de heroína en México, puede venir mayor corrupción”.

 

Con una producción estimada en un mínimo de 70 toneladas métricas de heroína en más de 17 mil hectáreas, que aumentó un 56%, tras la legalización de la mariguana para fines médicos y recreativos en Estados Unidos, México es considerado el principal abastecedor de la heroína que alimenta la mortal epidemia, de acuerdo con reportes del Gobierno estadounidense.

 

La Estrategia Nacional para el Control de Narcóticos 2016 asegura que los cárteles expandieron el cultivo de amapola en regiones montañosas de los estados de Sinaloa, Guerrero y Michoacan, dominados por el Cartel de Sinaloa.

 

El documento añade que con el control del 80% en la producción, distribución y venta de heroína, cocaína, metanfetaminas y ahora Fentanyl, el Cártel de Sinaloa obtiene ingresos estimados en más de 3 mil millones de dólares anuales –a pesar de la competencia de los cárteles Jalisco Nueva Generación, Cártel de Juárez, del Golfo, los Zetas y de los Beltrán Leyva– en Arizona, California, Colorado, Georgia, Illinois. Kansas, Carolina del Norte, New York, Oklahoma y Texas.

 

La constante construcción de túneles, uso de ultraligeros, sofisticadas formas de comunicación, plataformas digitales en redes sociales, mensajes codificados y otra avanzada tecnología, dan ventaja al Cártel de Sinaloa sobre sus competidores.

 

De acuerdo a fuentes de la DEA, los cárteles mexicanos aumentan sus ganancias, ahora con la producción del mortal Fentanyl, cuyo costo de producción en laboratorios es de 3 a 4 mil dólares, similar al de la heroína, kilo que en el mercado negro de Estados Unidos, puede dejar ganancias hasta por un millón 200 mil dólares, más que los 500 mil dólares que cuesta un kilo de heroína, por lo que los cárteles mexicanos comenzaron comprándolo a China y ahora organizaciones como el Cártel de Sinaloa tienen laboratorios.

 

“Las organizaciones mexicanas son ahora las más prominentes en la venta de heroína en Chicago, New Jersey, Filadelfia, Maryland, Washington y otros estados de la costa del Atlantico” señala la DEA y “dice que trata de expandir sus ventas a todo el País”, aumentando la creciente amenaza de la incontenible epidemia de abuso de heroína y opiáceos que, suprimiendo los fondos de Medicaid contenidos en el plan ObamaCare para atacarla, dispararán el número de muertes por sobredosis y el abuso de esas drogas, a finales de 2017. De acuerdo con expertos, podría incrementarse al menos otro 25%.

 

caem