Para evadir la regulación y las penalizaciones con que las autoridades buscan combatir el lavado de dinero, los operadores de cárteles en México establecieron una red de transacciones menores con el fin de filtrarse tanto en el sistema financiero de ambos países como en sus comercios.

 

Esto de acuerdo con la Red de Control de Crímenes Financieros (FinCen, por sus siglas en inglés), que emitió una alerta y un sistema de “banderas rojas”, que resumen una nueva manera de operación de los cárteles de droga, que constituyen cuentas menores en instituciones financieras con las que logran el financiamiento de empresas mexicanas.

 

“FinCen está emitiendo esta actualización para asesorar a instituciones financieras sobre una mayor utilización de “cuentas embudo” como parte de un sistema de lavado de dinero basado en comercio a raíz de las restricciones en Estados Unidos frente a las transacciones monetarias con México”, explicó el documento emitido por el organismo parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, con fecha del 28 de mayo del 2014.

 

Como informó 24 HORAS, la restricción y endurecimiento en las transacciones con efectivo con México y Estados Unidos se derivó de los casos de infiltración de cárteles de droga en instituciones como HSBC Bank USA en el que de acuerdo con la Administración Federal Antidrogas (DEA), lavó al menos 881 millones de dólares del cártel de Sinaloa de México y del cártel del Valle del Norte de Colombia como resultado de sus laxos controles de 2006 a 2010.

 

De acuerdo con el documento, el lavado de dinero basado en las cuentas embudo y en el comercio tiene este rastro:

 

El propietario tiene un negocio en Estados Unidos o en otro país, quien participa con los representantes de una organización delictiva.

 

Éste realiza una serie de depósitos en cuentas bancarias y un intermediario realiza transferencias electrónicas de la “cuentas embudo”, este dinero también se utiliza para la compra de bienes que pueden ser enviados al extranjero para su venta.

 

Una vez que los bienes adquiridos llegan al país de destino y se venden, el producto de la venta se recibe en moneda de esa nación y se transfiere para el tráfico de drogas u otras actividades delictivas.