Con rebases en curvas, fuertes aceleraciones en las rectas, alcances y cambios de posiciones durante la carrera, las carreras de resistencia se vuelven como una de las mejores competencias dentro del automovilismo deportivo que cada día consigue más adeptos.

 

Dos de los autos que dan ese espectáculo son prototipos diferentes: el Porsche número 18 con más potencia en las rectas y curvas de alta velocidad, y el Audi número 7, mejor en las curvas de baja-media velocidad. Dos tecnologías totalmente distintas peleando palmo a palmo en la pista, concediéndose el espacio justo para no chocar y adelantando a los vehículos de menos poder en la pista. Los dos pilotos suizos dieron un  verdadero espectáculo. Cuatro horas más tarde estos autos acabaron con sólo cuatro segundos de diferencia, lo que habla de la igualdad y de lo bien reglamentado que está el campeonato, que no tiene nada que envidiar a la Fórmula Uno.

 

Aunque varios participantes de la categoría LMP1, que estarán en Le Mans, no participaron en Silverstone, podemos sacar algunas conclusiones de la prueba inaugural del campeonato: Audi está de nuevo de vuelta; parece que el cambio de 2 MJ a 4 MJ ha sido mucho mejor,  ahora, son mucho más competitivos que el año pasado y su R18 e-tron se ha adaptado perfectamente al trazado británico. Ambos coches hicieron la vuelta rápida en carrera un 1.2 segundos más rápido que el Porsche número 17 que logró la pole.

 

También Audi destacó en el ahorro de gomas. Los tricampeones de Le Mans Fassler/Treluyer/Lotterer mostraron un gran nivel.

 

Porsche además de lograr la pole, el número 17 en manos de Mark Webber fue rapidísimo, manteniendo el liderato hasta que se vio obligado a abandonar en la segunda hora por problemas en la caja. El nuevo Porsche 919 Hybrid es muy rápido en rectas, algo que seguro que les va bien en Le Mans y también parecen llevar mejor el ahorro de combustible. Fueron los únicos en realizar stints de 30 vueltas por 28 de sus rivales.