MORELIA. Luego de que ayer la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) confirmó el secuestro del sacerdote José Alfredo López Guillén, en el municipio de Puruándiro, Michoacán, el lunes por la noche; él mismo aparece en un video entrando a un hotel acompañado por un menor de edad.

 

Según la hora y fecha registradas en una de las imágenes, el cura y el menor de edad ingresaron solos y por su propio pie al hotel la mañana del martes, al otro día del presunto plagio, reveló una investigación de Quadratín.

 

Luego de que se informara a la autoridad de la desaparición del prelado, se desplegó un operativo policial con la participación de autoridades de los tres órdenes de gobierno, así como de agentes ministeriales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJEM) de Michoacán y del Ejército.

 

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FOTO: Cortesía Quadratín

 

Quadratín se desplazó al lugar de los hechos y ahí conoció que afuera del establecimiento donde fue visto el sacerdote, también se observó un automóvil marca VW, tipo Jetta, color blanco, el mismo que se ha dicho fue robado al cura, lo que pondría en duda que se tratara de un secuestro”, apuntó la agencia.

 

De acuerdo con su investigación, se supo que el clérigo desde el día anterior al presunto secuestro, el domingo, se habría registrado como huésped del hotel, como lo demuestra uno de los videos del martes.

 

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FOTO: Cortesía Quadratín

 

Acto seguido, el sacerdote le pidió a la auxiliar doméstica no se presentara a laborar el lunes, sin una explicación aparentemente convincente, para luego desaparecer él y su coche.

 

La siguiente aparición del cura fue en el hotel el martes por la mañana, el cual abandonó ese mismo día por la tarde, sin que hasta ahora las autoridades sepan su paradero.

 

Por parte de la Iglesia católica, a Puruándiro acudió este jueves el cardenal y arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, a celebrar misa y pedir en el púlpito por la pronta aparición del párroco.

 

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FOTO: Cortesía Quadratín

 

Este mismo jueves, el purpurado declaró que el sacerdote había sido víctima de la delincuencia organizada, y afirmó que se trató de un secuestro, robo de vehículo y saqueo de la casa parroquial. En Puruándiro se mantiene presencia de personal de la Procuraduría estatal e instituciones federales, que trabaja a marchas forzadas para dar con el paradero del cura. (Con información de Quadratín)  dmh