La Ciudad de México es una urbe de gran atractivo para los grandes capos del narcotráfico, pues su seguridad, entorno económico, infraestructura y comodidad habitacional son ideales para que desarrollen sus negocios ilícitos con tranquilidad y en el anonimato, coincidieron académicos.

 

Julio Jiménez, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad la Salle, aseveró que los capos de alto nivel buscan en la Ciudad de México su gran actividad económica, la cual permite disfrazar sus actividades delictivas en negocios lícitos.

 

“Aquí pasan desapercibidos como inversionistas, como empresarios, lejos de dar muestras de ser delincuentes de alto perfil. En realidad son simplemente delincuentes que buscan la paz y las ventajas que brinda la Ciudad de México para los capos”, comentó.

 

El especialista en temas de seguridad y corrupción, añadió que el disfraz de empresarios también les permite vivir en colonias de alto poder adquisitivo, como el caso de Dámaso López Núñez, quien fue capturado en un condominio de la colonia Anzures.

 

La otra gran ventaja que ofrece la Ciudad de México a los delincuentes de gran nivel es la seguridad en comparación con otras entidades, pues aquí las tasas de homicidios son menores en comparación con las de los estados de origen de los grandes cárteles.

 

“La Ciudad de México es atractiva para (que los capos) dirijan sus operaciones a larga distancia, ya que son buscados por otros grupos de la delincuencia organizada que los quieren matar, pero aquí tienen infraestructura, comodidad, tranquilidad y seguridad de invertir sus capitales”, finalizó Jiménez.

 

Sin embargo, para Erubiel Tirado Cervantes, coordinador del Diplomado Seguridad Nacional, Democracia y Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, la Ciudad de México no debe verse sólo como un lugar de refugio para los capos de la droga, sino como un lugar donde operan.

 

“Que no haya niveles de violencia vinculados con el crimen organizado, como en otras ciudades, no quiere decir que éste no sea un lugar donde interactúen los grupos criminales. Podemos hablar de pequeñas bandas organizadas de delincuentes que interactúan con cárteles de presencia nacional”, explicó el académico.

 

Esta complicidad que existiría entre los grandes cárteles con los pequeños grupos locales permite a capos de alto nivel llegar a la Ciudad de México para operar con mayor libertad.

 

Tirado Cervantes coincidió en que otro factor atractivo para los capos es la dinámica de una gran ciudad como la capital del país, donde pueden pasar desapercibidos en sectores de la sociedad con alto nivel adquisitivo.

 

Xavier Rodriguez

 

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