México ha registrado un crecimiento decepcionante pese al éxito de la industria manufacturera que ayudó a despetrolizar la economía, y contar con estabilidad macroeconómica, señaló Paul Krugman, premio Nobel de Economía, durante la Convención Nacional de Industriales 2015.

 

Me he cansado que ocurriera (el milagro mexicano)”, dijo el economista en su conferencia magistral. “México es un gran ejemplo de los aciertos y los fallos de la economía en los últimos 30 años. Es un éxito en las manufacturas pero tiene un bajo rendimiento”.

 

Krugman –famoso por su oposición a medidas de austeridad como solución a un debacle económico– indicó que la economía mexicana se ha diversificado, depende menos del petróleo y del turismo, además de contar estabilidad, al no registrar periodos de crisis cada seis años, “pero la economía no ha despegado como Corea del Sur”.

 

En cuanto a los efectos de la volatilidad en los mercados, el tipo de cambio  y los precios del petróleo, descartó que México estuviera en peligro de experimentar una crisis en el corto plazo.

 

A pesar que México resintió la caída en el precio de las materias primas, ahora cuenta con un sector de exportación robusto, lo que reduce el impacto del desplome de los ingresos petroleros, y por consiguiente de los recortes presupuestales implementados por el gobierno federal.

 

“México está mucho menos vulnerable a la caída del petróleo de lo que solía estarlo. Tiene una economía más dirigida a las manufacturas”, dijo.

 

“Tenemos que pensar en México como si fuera Canadá, que también es un país exportador de crudo y que sufre la caída en los precios, pero no se sumerge en una crisis”.

 

Sin embargo, advirtió que los desastres económicos son ocasionados en muchas partes del mundo por la inseguridad, un problema que enfrenta México, “y si pudieramos desaparecer un problema con una varita mágica, tendría que ser ese para fomentar el crecimiento”.

 

Krugman también recomendó al Banxico no apresurarse a subir su tasa de referencia si el Banco de la Reserva Federal (FED) hace lo propio y normaliza su política monetaria, debido a que un encarecimiento del crédito podría impactar la economía mexicana.

 

“México tiene un bajo rendimiento y una inflación controlada, por lo que no tiene que seguir la tasa de interés uno a uno. Obviamente con el tiempo si el FED sube la tasa demasiado, México tendría que hacer lo mismo, pero no en este momento”.

 

Con respecto a la Reforma Energética –a reserva de no ser especialista en el tema– indicó que existen ejemplos alarmantes a nivel mundial en que la explotación de recursos energéticos por la iniciativa privada se convierten en “regalos”, no solo en economías emergentes que abrieron su sector, sino en países desarrollados como Estados Unidos e Israel.

GH