Apresurar la renegociación del TLCAN ayudaría a calmar la incertidumbre de los inversionistas pero los negociadores no acelerarán el proceso para acabar en un “mal acuerdo”, afirmó el embajador de Canadá en Estados Unidos, David MacNaughton.

 

Al unirse a la reunión de gobernadores canadienses en Edmonton, Alberta, para analizar el paquete de cambios planteados la víspera por el gobierno de Estados Unidos respecto a lo que quiere en la renegociación del TLCAN, el embajador adelantó que Canadá “se asegurará que sus mejores intereses sean abordados”.

 

Para MacNaughton, la lista de objetivos de Estados Unidos para renegociar un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no es una sorpresa, y estimó que el proceso de negociación será largo.

 

 

Sin entrar en más detalles, el diplomático dijo a la prensa canadiense que es “vital” que haya un mecanismo de resolución de controversias dentro del acuerdo trilateral entre Canadá, México y Estados Unidos.

 

En su documento emitido el lunes, que consta de 18 páginas, Washington anunció que buscará eliminar dicho mecanismo de solución de disputas comerciales y sustituirlo por uno “más transparente”.

 

La estrategia comercial canadiense a nivel federal y provincial ha sido la reunión con congresistas, empresarios y gobernadores estadunidenses para sensibilizarlos sobre la estrecha relación comercial entre ambos países.

 

Diariamente atraviesan la frontera común bienes y servicios por dos mil millones de dólares, mientras que nueve millones de empleos en Estados Unidos dependen del comercio y las inversiones con Canadá, que es el principal destino de las exportaciones de 35 entidades estadunidenses.

 

En la reunión de este martes, el exgobernador de Ontario y exlíder del Partido Liberal, Bob Rae, expresó que la administración de Donald Trump, “hecha en Rusia”, quiere que “compremos estadunidense, pero desea restringir el acceso canadiense. Esto será una difícil discusión del TLCAN”.

 

El gobernador de Quebec, Philippe Couillard, estimó que debido al amplio rango de asuntos sobre la mesa de renegociación, “tomará muchos años encontrar una solución formal”. Además, dijo, las elecciones federales de México el próximo año “podrían tener un impacto político en la mesa de diálogo”.

 

En tanto, la gobernadora de Ontario, Kathleen Wynne, quien ha realizado giras de trabajo a Estados Unidos, afirmó que el proceso será complejo y advirtió que “nuestra aproximación no será esperar y ver”.

 

La premier liberal recalcó que el mensaje de Ontario es claro: el libre comercio y la asociación transfronteriza impulsan la creación de empleo y el crecimiento económico para todos.

 

Confió en que los socios de EUA y México “entienden el valor de trabajar juntos para mejorar nuestra prosperidad compartida y alimentar un clima de negocios innovador y competitivo”.

 

Wynne alertó que Washington y Ottawa deben ser cuidadosos en mantener intactas áreas que están trabajando bien, aunque no dio detalles de cuales áreas serían fácilmente negociadas.

 

Los gobernadores de las diez provincias y tres territorios canadienses dijeron hoy confiar en que el gobierno federal los hará partícipes de las negociaciones comerciales y sugirieron mantenerse unidos en este proceso.

 

Provincias como Alberta, sede de la industria energética nacional, y Columbia Británica, principal exportador de maderas blandas a Estados Unidos (cuatro mil 600 millones de dólares) podrían romper la unidad a cambio de defender sus industrias.

 

ot