Pocas firmas automotrices saben divertirse y divertir tanto como Porsche. Prueba de ello es Camp4, que cada enero desde hace mas de quince años se encarga de recibir a amantes de los autos para romper el silencio de la nieve con el rugido de sus motores en la pista de Mécaglisse en Canadá, a dos horas de la ciudad de Montreal.

 

 

El plan perfecto:  Nieve, Porsches y pista

 

Camp 4 fue pensado para que los entusiastas de la marca, clientes o simplemente amantes de los autos, puedan conocer a fondo cada una de las  sofisticadas funciones de sus vehículos en una situación realmente difícil como la nieve, adversidad que el auto, los instructores y la pericia al volante se encargan de convertir en diversión.

Foto: Especial

 

Sin lugar para el peligro

 

Todo riesgo está controlado pues no hay movimiento alguno que no esté vigilado por los expertos de Porsche Driving Academy. Incluso manejando, ellos se encargan de  dirigirte a larga distancia con tal precisión que al final del día te sientes mas que James Bond.

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Foto: Especial

 

Camp4 deja a un lado la velocidad

 

Irónicamente la velocidad es lo de menos, aquí no solo te das cuenta de qué están hechos estos autos, sino de qué estás hecho tú y de hasta dónde puedes llegar en circuitos específicamente creados para que te subas en tu Porsche favorito y enfrentes la adversidad del tiempo, el terreno y a tus nervios que tendrán que ser de acero para superar caminos angostos, curvas cerradas, resbalosos ochos y distintos obstáculos que los instructores se encargarán de poner en tu camino. Suena estresante pero el truco está en divertirse.

 

Como siempre Porsche en sus pistas de prueba se enfoca mucho mas en el dinamismo, precisión y performance que en la velocidad y es obvio, para Porsche quien está a prueba eres tú, no el auto.

Foto: Especial

 

Las Pruebas

 

El día se va entre slaloms, pruebas de sobreviraje y subviraje, chicanas y circuitos cortos y largos con obstáculos. Poco a poco vas agarrando calor y confianza hasta pensar que erraste de profesión y que lo tuyo es ser piloto. De pronto el auto y tú son uno solo, parece que por fin has encontrado a tu alma gemela… claro hasta que llega el momento de cambiar de auto y descubres que eres capaz de enamorarte de mas de dos a la vez. Esto no es una simple prueba de manejo esto es un idilio entre Porsche y yo.

 

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