La venta del tradicional diario The Washington Post al multimillonario Jeff Bezos en 250 millones de dólares deja en claro una sola cosa: que ante el terremoto que enfrentan los medios tradicionales, la industria cambiará de dueños en tan poco tiempo como no lo había hecho en toda su historia.

 

En esta revolución la gran mayoría de ellos no entendió el cambio que impuso la rápida masificación de internet, se equivocaron una y otra vez en sus decisiones, y se les acabó el tiempo y los recursos cuando quisieron enmendar el camino. No sobra decir que en algunos de ellos la arrogancia de sus equipos directivos les llevó a sostener sus modelos de negocios mientras que sus lectores y anunciantes les abandonaban paulatinamente.

 

Eso les pasó a los dueños de la Washington Post Company. En su mensaje del lunes ante los empleados del periódico, Donald Graham reconoció que no pudo encontrar respuestas para su negocio de diarios, particularmente para el emblemático The Washington Post, un diario con una posición cuasi monopólica en la capital estadunidense. “Nuestros ingresos disminuyeron en siete años consecutivos. Hemos innovado, y a mi ojo crítico, nuestras innovaciones han sido exitosas en audiencias y calidad pero no han compensado la disminución de los ingresos. Nuestra respuesta fue reducciones en costos pero sabíamos que había un límite para ello”, dijo el presidente de la empresa. Pero como Graham, otros dueños de diarios tampoco estuvieron preparados, ni tuvieron los oídos abiertos para enfrentar los desafíos que les pusieron enfrente internet y la nueva competencia.

 

Pero no sólo eso. La cerrazón, la falta de habilidad gerencial para tomar decisiones, una estrategia anticuada y la arrogancia de sus áreas de ventas fueron causales de la caída del WP en manos de los Graham, según Juan Antonio Giner, presidente de la consultora de medios Innovation, en un artículo que publica El Mundo.

 

Quienes han salido al rescate del negocio de los contenidos periodísticos, incluyendo sus versiones impresas, no son precisamente los tradicionales empresarios de periódicos, que por décadas fueron los amos de la opinión pública.

 

Ahora son los dueños de las redes, los creadores de las nuevas tecnologías, y los formadores de las comunidades digitales globales, quienes están viendo y entendiendo las nuevas oportunidades de negocio que brindan los generadores de contenidos de alta calidad, como son las redacciones de los periódicos tradicionales con cabeceras de prestigio.

 

Por eso, si bien el nuevo dueño de The Washington Post, Jeff Bezos, el creador de Amazon, la librería virtual más grande del mundo, dijo que “este es un terreno desconocido que requerirá un periodo de experimentación”, tampoco tuvo empacho en pagar por el diario una prima 17 veces la utilidad ajustada; es decir, un precio relativamente alto por la división de diarios de la Washington Post Company, lo que movió al alza los precios estimados a los que se cotizarían otras grandes empresas periodísticas como el británico Financial Times -del que se rumora su probable venta- o incluso de The New York Times.

 

Y los inversionistas saben bien que las billeteras de millonarios como Bezos están rondando a las grandes marcas periodísticas, por eso no descarte a los accionistas de Google o de Facebook incursionando en el mundo editorial. En los últimos cinco días, el precio de la acción de la Washington Post Company subió casi 56 dólares, 10.4%; mientras que la capitalización de mercado del corporativo (que incluye la división de diarios) superaba los cuatro mil 400 millones de dólares.

 

No estamos frente al fin de los diarios. Estamos frente a un cambio de dueños sin parangón en una industria que ha sido sacudida por la revolución tecnológica y por las demandas de sus nuevas audiencias. Fenómenos que no fueron entendidos por los dueños que se van.

One reply on “Cambio de dueños en la prensa”

Comments are closed.