A 48 horas de un eventual cierre del gobierno federal de Estados Unidos por falta de fondos, la Cámara de Representantes aprobó hoy la ley de gastos por un billón (millón de millones de dólares) para financiar a la burocracia hasta el 30 de septiembre próximo.

 

Con 310 votos a favor y 117 en contra, la ley de gastos fue turnada para su voto final en el Senado donde se espera sea aprobada antes que expire el próximo viernes la iniciativa transitoria de gasto, gracias a un acuerdo entre demócratas y republicanos.

 

Aunque la ley dejó fuera los mil 500 millones de dólares solicitados por el presidente Donald Trump para el muro fronterizo, y excluyó además los recursos solicitados para la contratación de agentes para la fuerza de deportación, la Casa Blanca consideró el desenlace como un “gran acuerdo”.

 

“Es un buen acuerdo, un gran acuerdo para el presidente. Obtuvo 21 mil millones de dólares en financiamiento militar. Es una enorme promesa que hizo para modernizar y actualizar a las fuerzas armadas”, señaló el portavoz presidencial Sean Spicer.

 

En contraste, la líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, presentó el resultado como un triunfo para su partido, pues aseguró que lograron frenar la inclusión de gastos para iniciativas “peligrosas”.

 

“La ley de gastos refleja un significativo progreso para derrotar algunos gastos peligrosos”, señaló Pelosi en la tribuna de la cámara baja.

 

La iniciativa de gasto incluirá mil 500 millones de dólares en seguridad fronteriza, pero los fondos no podrán ser utilizados para la construcción del muro fronterizo. La Casa Blanca ha indicado que usará recursos para el mantenimiento de la barda existente.

 

Además de los 21 mil millones de dólares en gastos militares, incluye más de mil 300 millones de dólares para extender la cobertura médica a trabajadores mineros, 600 millones de dólares para combatir la epidemia de adicción a la heroína y 245 millones para el programa médico Medicaid en Puerto Rico.

 

Los demócratas lograron además minimizar los recortes propuestos por la Casa Blanca para la Administración de Protección Ambiental (EPA), la cual sólo perderá el 1.0 por ciento de su presupuesto en comparación con el año fiscal anterior.

 

Asimismo se incluyeron 1.1 mil millones de dólares en ayuda para desastres naturales, se incrementó la partida de gastos para el Instituto Nacional de Salud (NIH) y se mantuvieron los fondos para la organización de planificación familiar Planned Parenthood.

 

otm