La caída en los precios del petróleo de las últimas cuatro semanas ha costado al gobierno mexicano el equivalente a 0.25% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con estimaciones del banco suizo USB.

 

Rafael de la Fuente, economista de la institución financiera explicó que la cifra es significativa, principalmente porque en los primeros ocho meses del año los ingresos fiscales petroleros bajaron 0.3% en términos reales.

 

Por su parte, el banco estadunidense Merrill Lynch estimó que una baja de 10% en los precios del crudo causarán una caída de 0.4% en el crecimiento del PIB para 2015.

 

Abundó que la baja en el precio del crudo “pondrá una ligera presión en las finanzas públicas del siguiente año”, debido a que 33% de los ingresos del gobierno federal proviene de la renta petrolera.

 

Ambos bancos consideran que la mayor afectación a la economía se dará por la caída en la producción petrolera, principalmente de la plataforma de Cantarell.

 

A mediados del año Pemex revisó su plataforma de producción a dos millones 350 mil barriles diarios, en promedio. La petrolera tenía la expectativa de mantener una producción promedio en este año de 2.5 millones de barriles diarios, pero encontró que había mayor contenido de agua en los volúmenes.

 

En cuanto a posibles afectaciones en la balanza comercial, Merrill Lynch sostuvo que la baja mundial en los precios del crudo afectará en mayor medida a Venezuela y Colombia, pero en México el impacto será “casi insignificante”, debido a que el crudo mexicano sólo representa 12% de las exportaciones del país.

 

Al respecto, USB sostuvo que el impacto sería de sólo 0.06% del PIB en los siguientes 12 meses, también “casi insignificante”.

 

Para el especialista De la Fuente, el gobierno ha puesto en marcha una exitosa política de coberturas -de una parte de su producción- para adquirir protección ante la caída de los precios del petróleo, lo que le ha dado margen de maniobra para contener los efectos negativos de la volatilidad en los mercados.

 

“Esto resultó especialmente útil en 2009, pero el gobierno incluso puede beneficiarse de la reducción de los subsidio del precio de gasolina (IEPS) que se convertirá en un impuesto para el siguiente año” y con ello sortear desplomes en las cotizaciones del crudo en un futuro, abundó.

 

No limitará inversiones

 

A pesar del desplome en el mercado petróleo, las inversiones esperadas en el sector, por la reforma energética, no se verán afectadas, “toda vez que las principales empresas toman decisiones en el mercado de futuros”, y los precios de largo plazo del crudo se han mantenido más estables, dijo Rafael de la Fuente.

 

Mencionó que quienes podrían tener dificultades en la toma de decisiones para invertir serían los productores de shale gas, pero no así para los campos que están programados para abrirse en la Ronda Uno, así como aquellas asociaciones que Pemex decida traer para la Ronda 0, pues se centrarán principalmente en aguas someras y profundas del Golfo de México.

 

“Las grandes compañías petroleras que tomen parte de la apertura, basarán sus decisiones de inversión de largo plazo, pues los precios de futuros han sido mucho más estables a pesar de las recientes caídas”, sostuvo.

 

El secretario de Energía Pedro Joaquín Coldwell había advertido que la baja en los precios internacionales del petróleo podría desalentar la participación de empresas petroleras internacionales en algunos de los proyectos de exploración y producción de crudo y gas, estipulados en la Ronda Uno.