BERLÍN. Los tres solicitantes de asilo sirios detenidos hoy en Alemania por su presunta relación con el Estado Islámico (EI) tuvieron vínculos con los terroristas de los atentados de París de noviembre pasado y constituían probablemente una “célula durmiente”, según el ministro del Interior, Thomas de Maizière.

 

En una comparecencia ante los medios tras conocerse la detención en el estado federado de Schleswig-Holstein de tres hombres, de 17, 18 y 26 años, el ministro precisó que no existen indicios concretos sobre la preparación de un atentado, pero sí que los detenidos se encontraban a la espera de recibir instrucciones del EI.

 

Según el ministro, todo parece indicar que la banda de traficantes que llevó a los terroristas de París a Europa fue la misma con la que los tres solicitantes de asilo detenidos hoy llegaron a Alemania en noviembre de 2015, desde Turquía hasta Grecia y después a través de la ruta de los Balcanes.

 

Además, los pasaportes que portaban los tres sospechosos provienen “del mismo taller” que los documentos de los terroristas de París.

 

De Maizière señaló que los responsables de la investigación habían centrado sus pesquisas en particular en la relación de los detenidos con los terroristas de Francia, que dejaron 130 muertos en los atentados perpetrados el 13 de noviembre contra la sala de conciertos “Bataclan” y otros objetivos.

 

Estos vínculos demuestran, según el ministro, que el EI no tiene sólo a determinados países en el punto de mira, sino a todo Occidente, por lo que se hace aún más necesaria una “buena cooperación” de los organismos de seguridad nacionales, también a nivel transatlántico, para enfrentar esta amenaza común.

 

Con los registros que se están llevando a cabo desde esta mañana en varios centros de refugiados en el norte de Alemania los organismos de seguridad buscan repeler “cualquier amenaza posible”, agregó.

 

Aseguró que las fuerzas de seguridad “investigan todos los indicios de inmediato y con meticulosidad” y advirtió de que la situación en materia de seguridad sigue siendo “invariablemente seria” y de amenaza constante.

 

Al mismo tiempo llamó en contra de poner bajo sospecha generalizada a todos los refugiados, aunque reconoció que “existen indicios de que entre ellos puede haber, de manera aislada, potenciales terroristas o simpatizantes”.

 

Según sus cifras, actualmente hay 60 casos abiertos contra solicitantes de asilo por su posible vinculación con el terrorismo.

 

“El EI ha apostado por introducir a estas personas entre los refugiados con el fin de generar inseguridad”, subrayó.

 

La Fiscalía había avanzado esta mañana que los tres detenidos están acusado de haber ingresado en el país “para llevar a cabo una misión concreta o para esperar instrucciones adicionales”, lo que los hace sospechosos de “colaboración con un grupo terrorista extranjero”.

 

Mahir Al-H., de 17 años, se unió al EI en septiembre de 2015 en la ciudad siria de Al Raqa y recibió un breve entrenamiento que incluía el empleo de armas y explosivos, explicó la Fiscalía en un comunicado.

 

En octubre, el joven, junto a los otros dos acusados, Mohamed A. e Ibrahim M., de 26 y 18 años, respectivamente, se comprometió a viajar a Europa ante un responsable del EI para operaciones y atentados fuera del territorio bajo control del grupo terrorista.

 

Para ello, los sospechosos recibieron pasaportes, sumas en efectivo por varios miles de dólares, así como teléfonos móviles con programas de comunicación preinstalados.

 

En la operación participaron más de 200 efectivos de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), de la Policía federal y de las fuerzas de seguridad de varios estados federados.