Entre el presidente de la República Felipe Calderón y Gustavo Madero existe un enfrentamiento por el poder que se ha reflejado en el actuar de ambos políticos en los últimos días, aseguran panistas cercanos a la cúpula del partido.

 

Cuando aún la elección no se ha calificado ni el Tribunal ha entregado la constancia a un ganador, el presidente Calderón recibió el martes pasado al virtual ganador de la elección, Enrique Peña Nieto, en la residencia oficial de Los Pinos.

 

Mientras, ayer, el presidente del partido, Gustavo Madero, se reunió con Jesús Zambrano, dirigente del PRD, partido que pidió al Tribunal Electoral anular la elección, para presentar una denuncia ante la PGR por presunto lavado de dinero a través de banco Monex por parte del PRI.

 

Hay un conflicto frontal entre Calderón y Madero, que ya no se va a parar, asegura una de las fuentes, quien pidió no ser identificada; afirma que la reunión de Madero con Zambrano se realizó en contra de la voluntad del Presidente de la República.

 

De acuerdo con esta fuente, el primer mandatario tiene intenciones de convencer a varios miembros del Consejo para arrebatarle el poder a Madero en la próxima reunión de la cúpula, a llevarse a cabo el próximo 11 de agosto.

 

Sin embargo, para que eso ocurra, se necesita la votación de dos terceras partes y en estos momentos, los panistas afines a Calderón se encuentran también divididos.

 

Otra dice incluso que durante la reunión que el presidente Calderón sostuvo con varios panistas en Los Pinos después de las elecciones, a la que asistió Madero, Calderón propuso a un posible sucesor.

 

Las diferencias entre ambos es por el poder del partido, ya que Calderón quiere mantener un “dominio personal” del albiazul, sostiene una de las fuentes: “Madero ha chocado en varias ocasiones con el Presidente. No quiere ser mandado por Calderón”.

 

Después de las elecciones del 1 de julio, el PAN perdió Jalisco, además de la Presidencia, y legisladores e integrantes del equipo de campaña de la candidata panista aseguran que durante el sexenio de Calderón ha buscado posicionarse a través de colocar a gente cercana a él como presidentes del partido, como sucedió con Germán Martínez y César Nava.

 

Sin embargo, personajes como el senador Rubén Camarillo y el secretario adjunto de elecciones, Juan Manuel Oliva, rechazan que haya ruptura.

 

“Todo está tranquilo, no hay nada, yo lo veo bien tranquilo, hemos estado con jefes estatales, pero no hay nada”, afirma Oliva, y asegura que el intercambio de información con el PRD ha sido constante para tratar el tema de Monex.

 

Camarillo aclara que ambas reuniones, la de Calderón con el virtual candidato electo Enrique Peña Nieto y la del dirigente del partido con el PRD, son en distinto “ámbito de competencia”.

 

“Son dos cosas diferentes. En el ámbito de competencia, el Presidente de la República invitó a dialogar a Peña a título de Presidente, no de panista, entonces como panista, el presidente del partido está en la posición que todos estamos de pedir a las autoridades correspondientes. No hay ruptura de ningún tipo”, afirmó.