BERLÍN. El actual ministro de Interior, Thomas de Maizière, comparecerá el miércoles ante la comisión parlamentaria de secretos oficiales en una sesión en la que ante todo deberá responder a interrogantes relacionados con el tiempo en que fue ministro de la Cancillería y, como tal, encargado de la coordinación de los servicios secretos.

 

De momento no está previsto que Merkel declare ante la comisión, pero el vocero del Gobierno, Steffen Seibert, aseguró que la canciller -en caso de ser citada- acudiría “con gusto” al Parlamento.

 

Merkel fue evasiva al ser interrogada sobre el tema en una comparecencia conjunta ante la prensa con el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, y se limitó a insistir en que no debe haber espionaje entre países amigos y en que la cooperación con servicios secretos extranjeros es de central importancia.

 

Uno de los focos del escándalo es la pregunta acerca de si la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EU incurrió en actos de espionaje económico contra empresas alemanas y si para ello contó con la ayuda de la Agencia de Inteligencia Alemana (BND).

 

A este respecto, el jefe de espionaje alemán, Gerhard Schindler, ha rechazado acusaciones de la oposición de que la BND actuó en contra de los intereses nacionales, al cooperar con sus contrapartes estadunidenses. Legisladores de oposición han pedido su renuncia.

 

Schindler señaló que el BND “no es una herramienta que obedece a la NSA”.

 

La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró a la prensa en Berlín que su gobierno le dará a la comisión supervisora del Parlamento “todos los detalles” sobre la cooperación de inteligencia nacional con Estados Unidos.

 

Hace dos años, el gobierno de Merkel expresó indignación tras los informes de que la NSA había interceptado comunicaciones de altos funcionarios del gobierno alemán, pero recientemente ha enfrentado preguntas incómodas sobre las actividades de su propia agencia de inteligencia.

 

En la conferencia de prensa habitual del Gobierno, Steffen Seibert insistió en que todas las informaciones relacionadas con los servicios secretos deben darse a la comisión de secretos oficiales y no a la opinión pública.

 

“El trabajo de los servicios secretos es importante para nosotros, incluida la cooperación con servicios secretos amigos, y por su naturaleza tiene que seguir siendo secreto”, dijo Seibert.

 

Sin embargo, incluso dentro del Gobierno, empezando por el ministro de Economía y vicecanciller, Sigmar Gabriel, hay quienes consideran que las informaciones dadas al Parlamento no son suficientes.

 

“Lo que estamos viviendo es un escándalo en torno a los servicios secretos con capacidad de generar una conmoción importante”, dijo Gabriel en su condición de presidente del Partido Socialdemócrata (SPD).

 

Gabriel pide que a la comisión de secretos oficiales y a la comisión parlamentaria que investiga el escándalo se les proporcionen los datos de conexión de las computadoras de los servicios secretos.

 

“El Congreso y el Senado de EU no permitirían que se les negara ese tipo de informaciones”, dijo Gabriel.

 

Por otra parte, Gabriel reveló que en dos ocasiones le preguntó a Merkel si BND había cooperado de alguna forma con el espionaje económico.

 

“Las dos veces me respondió negativamente. Creo que ese será el resultado de las investigaciones, en caso contrario se produciría una grave pérdida de confianza de la industria alemana en el Estado”, dijo Gabriel.

 

Hasta ahora, en la mira de las investigaciones han estado el actual ministro de la Cancillería, Peter Altmeier, y sus dos antecesores, Ronald Pofalla y De Maizière, todos pertenecientes a la Unión Cristianodemócrata (CDU) presidida por Merkel.

 

En una rueda de prensa aparte, Hans-Georg Maaßen, presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, los servicios secretos de interior, evitó posicionarse con respecto al escándalo y abogó por aclarar primero los hechos, valorar a continuación y, sólo entonces, buscar “consecuencias”.

 

Asimismo, defendió la necesidad de colaborar con los servicios secretos de otros países.

 

Por otra parte, en referencias a asuntos sobre terrorismo dijo que “lo preocupante” es que las advertencias que recibe la inteligencia alemana sobre potenciales atentados son “cada vez más concretos” y “cada vez más repetitivos”.