RÍO DE JANEIRO. Brasil conquistó este domingo su tercer oro olímpico enj voleibol tras imponerse con claridad a Italia por 0-3, en una vibrante final en la que por fin dejó atrás todas las dudas que venía sembrando a lo largo de un torneo que parecía predestinada a ganar con autoridad.

 

Tras doce años de espera, y dos medallas de plata olímpicas entre medias, la selección brasileña volvió a saborear el dulce sabor del oro, al imponerse con parciales de 22-25, 26-28 y 24-26.

 

Brasil, que se proclamó subcampeona en los Juegos de Londres 2012 y Pekín 2008, sumó con la de este domingo su tercera presea dorada tras las conquistadas en Atenas 2004 y Barcelona 1992. Una medalla que, además, consolida al país sudamericano como una de las grandes potencias históricas de este deporte.

 

Además de la presión de saberse favoritos, los locales afrontaban el partido como un revancha del enfrentamiento que ambos equipos protagonizaron en la fase de grupos y que vencieron los transalpinos por 1-3 para dejar a Brasil al borde de la eliminación.

 

Este hecho pareció atenazar a los anfitriones durante los primeros minutos del encuentro, en los cuales el equipo de Bernardo Rezende pareció evocar esos fantasmas que le habían llevado a perder al menos un set en prácticamente todos sus encuentros del torneo.

 

El jugador italiano de origen cubano Osmany Juantorena dominaba desde la red a unos rivales que se veían superados por el juego de los hasta hoy medalla de bronce olímpicos.

 

Brasil se impone a Italia y conquista su tercer oro olímpico-REUTERS

 

Sin embargo, en esta ocasión, la selección brasileña logró sobreponerse a la situación y con sendos remates de Wallace y Lipe consiguió revertir la situación y poner el 12-13 a su favor en el electrónico.

 

En ese momento, las abarrotadas gradas del Maracanizinho, que presentaban el aspecto de una ondulante marea amarilla, parecieron venirse abajo y comenzaron a corear cada punto conseguido por Brasil.

 

A continuación, los ya tres veces campeones olímpicos comenzaron a abrir una brecha en el marcador.

 

Rezende dio entrada a Evandro para potenciar la primera línea defensiva del equipo y evitar así cualquier amago de remontada de los europeos.

 

La medida surtió efecto y gracias a los ya habituales remates de Wallace y a los no tan habituales de un soberbio Lipe, Brasil acabó adjudicándose el primer set tras un fallo en el servicio de Ivan Zaytsev.

 

 


 

 

Las dos grandes estrellas del conjunto italiano, Juantorena y Zaytsev, adelantaron a los suyos al comienzo de la segunda manga.

 

De nuevo, Brasil se veía obligada a remar contracorriente, una situación con la que no siempre ha sido capaz de lidiar a lo largo del torneo olímpico.

 

Sin embargo, hoy todo parecía ser diferente y los anfitriones no tardaron en ponerse por delante.

 

Con un ataque imparable y una segunda línea defensiva muy activa, la selección brasileña sólo parecía vulnerable en el bloqueo, lo que fue aprovechado sistemáticamente por sus rivales para no quedar descolgados en el marcador.

 

Un remate de Wallace frustrado por la defensa italiana, permitió a los europeos establecer el empate a diecisiete puntos en el marcador.

 

Ninguno de los contendientes daba muestras de aflojar y comenzó entonces un intercambio de golpes con un Lipe como gran protagonista, mientras que el gran rematador del equipo, Wallace, que volvió a ver bloqueado uno de sus potentes disparos, parecía desesperarse.

 

Con el empate a veinte en el marcador, un ‘ace’ de Zaytsev volvió a poner a Italia por delante.

 

Brasil se impone a Italia y conquista su tercer oro olímpico-REUTERS.2

 

Ninguno de los dos equipos conseguía escaparse. Fueron los brasileños los que primero contaron con una bola de set, pero un remate de Simone Giannelli dio al traste con la esperanza de los anfitriones de zanjar la manga.

 

Wallace consiguió redimirse entonces con un bloqueo que, junto con el ‘ace’ anotado acto seguido por Mauricio, permitió a Brasil sumar su segundo set.

 

En el tercer período los pupilos de Bernardo Rezende consiguieron finalmente estrenar el electrónico.

 

Los sudamericanos aprovecharon su superioridad en el servicio para imponer el ritmo del partido, mientras que los italianos seguían explotando la potencia de su golpeo para superar los bloqueos de sus oponentes.

 

Mientras que la afición brasileña no paraba de corear el nombre de su ídolo, Lipe, ambos equipos avanzaban a la par hacia el final de la tercera manga.

 

Un inteligente remate del capitán Bruno desde la red rompió la igualdad (21-21) en un momento decisivo.

 

Un remate fuera de Simone Buti dio una ventaja de dos puntos a los brasileños que parecía finiquitar el encuentro, sin embargo, la acción fue reclamada por Gianlorenzo Blengini y el árbitro le dio la razón, alimentando las esperanzas del combinado europeo.

 

Un nuevo final de infarto deparó el gran final que Lipe se merecía cuando éste bloqueó un remate de Zaytsev y dio la tan esperada victoria a su país. Brasil volvía a ser campeona olímpica tras doce años de espera.

 

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