La industria automotriz asentada en el país demandará en los próximos cinco años un flujo continuo de mano de obra altamente calificada, toda vez que las previsiones anticipan un crecimiento de 70% para el sector en ese lapso.

 

En este contexto, la oportunidad de México es enorme por la pirámide demográfica que tenemos, asegura Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), quien refiere que en Estados Unidos, en el próximo quinquenio se va a retirar 20% de su capacidad de ingeniería, porque el promedio de edad de ingenieros automotrices en ese país es de 55 años, mientras que en México es 27 años.

 

“Vamos a requerir que la mano de obra que tenemos, que es altamente calificada, pueda seguir creciendo a la par de las necesidades que vamos a requerir. Vamos a crecer 70%, y eso significa mayor demanda de recursos humanos, servicios, logística y todos tenemos que estar en el mismo canal”, dice en entrevista con 24 HORAS.

 

El representante del sector refiere que las inversiones millonarias en el sector automotriz mexicano, que en lo que va del sexenio superan los 20 mil millones de dólares, son muestra innegable de que el país pasa por un “momento muy afortunado” pues ya son cinco años consecutivos de crecimientos históricos. La expectativa hacia 2020 es llegar a una producción anual por encima de las cinco millones de unidades.

 

Augura que el crecimiento será constante durante por lo menos 20 años más, sin embargo, advierte que no hay que bajar la guardia, porque aún quedan retos y áreas de oportunidad que se deben atender para que México se consolide como potencia mundial del sector automotriz.

 

¿Cuál ha sido el principal factor para llegar a este momento de la industria?

 

Las empresas armadoras están encontrando en México los elementos de una ecuación exitosa: primero la ubicación geográfica, que es sin duda privilegiada; también una red de acuerdos comerciales fuerte, que permite un acceso preferencial a más de 40 países; así como una cadena de proveeduría fuerte, ya que somos el quinto fabricante de autopartes en el mundo y el sexto exportador mundial, incluso México es el primer proveedor de autopartes a EU.

 

Por otra parte, es claro que tenemos una mano de obra joven, altamente calificada y productiva, las plantas automotrices en México son las más productivas en términos de competitividad, eso ha llamado la atención de las armadoras.

 

Hay quienes aseguran que el éxito se debe a una mano de obra de bajo costo, ¿qué dice al respecto?

 

Hay que tomar con cuidado esos comentarios. Lo que tendríamos que preguntarnos es si el éxito para traer plantas automotrices es la mano de obra barata, ¿por qué en Centroamérica no hay plantas automotrices?

 

Los sueldos están por encima de cualquier área de la manufactura. Y hay que considerar que la fabricación de automóviles es un tema altamente sofisticado donde la mano de obra juega un papel importante, pero no es el más relevante.

 

¿De qué depende que México siga creciendo a este ritmo?

 

Siendo un país que exporta 83% de lo que produce dependemos de seguir teniendo un mercado internacional y una demanda en EU estables. Hoy en día, 70% de las exportaciones automotrices va a EU, en ese país, 12 de cada 100 vehículos que se venden provienen de México.

 

Dependemos entonces de que esa demanda siga una dinámica estable para seguir creciendo.

 

¿Cuáles son los retos y áreas de oportunidad para la industria nacional?

 

Yo diría que son básicamente tres: el primero es el tema de logística, tenemos que asegurar que ésta siga funcionando bien: puertos, carreteras, aduanas, aeropuertos, ferrocarriles; todo lo que necesitamos para mover lo que producimos.

 

En seguida está un flujo de mano de obra continuo. Vamos a requerir que la mano de obra que tenemos, que es altamente calificada, pueda seguir creciendo a la par de las necesidades que vamos a requerir. Vamos a crecer 70%, y eso significa mayor demanda de recursos humanos, servicios, logística y todos tenemos que estar en el mismo canal.

 

El otro reto es crecer en ingeniería (…) La oportunidad de México es enorme por la pirámide demográfica que tenemos: en EU en los próximos cinco años se va a retirar 20% de su capacidad de ingeniería, porque el promedio de edad de ingenieros automotrices en ese país es de 55 años, mientras que en México es 27 años.

 

¿Por qué el mercado interno no crece a la par de los otros indicadores?

 

Ha venido creciendo pero lo cierto es que estamos muy lejos del potencial, todavía está por lo menos 750 mil unidades por debajo de lo que se puede vender al año.

 

El principal factor que incide en este fenómeno es la basura vehicular que entra por la frontera norte y que tanto daño le ha hecho al país. Estas importaciones de chatarra convierten a México en el traspatio del parque vehicular de Estados Unidos. Ya son 7.5 millones de autos importados al país que generan una sobre oferta, la cual vuelve más difícil la renovación vehicular.

 

También está la cuestión de financiamiento, que es una parte toral. El año pasado cerramos con 55% de las ventas vía financiamiento, y este año estamos empezando más fuerte, con 63%, pero deberíamos estar alrededor de 80%.

 

Aquí hay que tomar en cuenta la pobre bancarización que hay en el país, ya que buena parte de los mexicanos productivos no están en la formalidad y no tienen acceso a crédito. Tenemos que encontrar maneras de llegar a esa parte de la población. Si logramos empujar el financiamiento tendríamos un mercado interno más sólido.