WASHINGTON. El general John Campbell, al frente de las fuerzas militares de Estados Unidos en Afganistán, reconoció hoy que fue un error el ataque reciente a un hospital en la ciudad de Kunduz, que dejó al menos 22 personas muertas y decenas de heridos.

 

En su comparecencia ante el Comité de Servicios Armados en el Senado, Campbell señaló que la decisión de efectuar ataques aéreos fue de Estados Unidos, realizada dentro de la cadena de mando estadunidense.

 

“El hospital fue golpeado erróneamente”, apuntó el general y reiteró lo dicho por el Pentágono en el sentido de que la intervención del ejército estadunidense fue solicitada por las fuerzas afganas que estaban siendo atacadas por el Talibán.

 

Campbell señaló la necesidad de cambiar el nivel de presencia militar estadunidense en Afganistán dada la creciente amenaza de grupos extremistas como Al Qaeda y el Estado Islámico (EI).

 

Asimismo, destacó la programación para finales del 2017 de un retiro gradual hasta una presencia mínima de las tropas de Estados Unidos en territorio afgano.

 

“Basado en las condiciones del terreno, creo que nosotros, el alto mando tenemos que ofrecer opciones diferentes al plan actual con el que operamos”, apuntó el general.

 

Añadió que ha presentado recomendaciones “de ajuste a nuevo ambiente” que incluyen entrenamiento, asesoría y asistencia a las fuerzas de seguridad afganas para conducir operaciones de contraterrorismo.