Conocido como el “hermano mayor” de la heroína, el fentanilo comienza a cobrar relevancia en Estados Unidos como droga de abuso. Su uso ha crecido de 2013 a la fecha y aunque es distribuida en ese país por cárteles mexicanos, la sustancia conocida como “bomba” amenaza con pasar la frontera después de que la DEA advirtió que ya se está consumiendo en el estado de California.

 

El fentanilo apareció en 1950, cuando se sintetizó del opio por primera vez; sin embargo no había representado un riesgo ya que dados sus efectos analgésicos y anestésicos se utilizaba con fines médicos para tratar el dolor de pacientes con cáncer en etapa terminal; es entre 50 y 100 veces más potente que la morfina y sus efectos son, incluso, entre 30 y 50 veces más intensos que los de la heroína.

 

Como se fabrica a partir del opio  (aún no se conoce mucho de su producción ilegal, pero podría tratarse de una heroína con un nivel extremo de pureza), los cárteles mexicanos le vieron negocio y comenzaron a distribuirla en 2006 en Chicago, Detroit y Filadelfia, de acuerdo con un reporte de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).

 

En su momento, el gobierno de ese país identificó “un único laboratorio en México” donde se producía; este fue clausurado con el gobierno de nuestro país, la producción ilegal de la droga se detuvo y dejaron de presentarse los casos de sobredosis. La droga también se consume en Suecia, Rusia, Ucrania y Dinamarca.

 

Se le llama “bomba” o “magia” por sus efectos intensos e inmediatos pues el “golpe” se puede sentir sólo 30 segundos después de ser administrada vía intravenosa; en el argot de los consumidores se le conoce como el “hermano mayor” de la heroína y quienes la consumen se la inyectan, la aspiran en polvo o la “queman” e inhalan el vapor que genera.

 

Relevancia

La “bomba” comenzó a tomar relevancia nuevamente a partir de que en 2013 el gobierno estadounidense reportó 912 muertes por sobredosis; la cifra se triplicó en 2014 y para 2015, la DEA lanzó una nueva alerta y calificó al fentanilo como un riesgo para la salud pública de ese país. Ello después de descubrir que la “magia” está siendo distribuida por cárteles mexicanos pero esta vez mucho más cerca de la frontera sur, en el estado de California.

 

“Las incidencias relacionadas con fentanilo han sido significativas, particularmente en el noreste del país y en California incluyendo un decomiso de 12 kilogramos, provenientes de organizaciones de narcotraficantes mexicanos (las autoridades de) inteligencia ha indicado que los químicos precursores para su elaboración fueron adquiridos de empresas en México, Alemania, Japón y China”, señala el reporte de la DEA.

 

“La actual crisis de fentanilo incluye no sólo al fentanilo, sino a derivados de esta sustancia; se extiende por una región geográfica más amplia e incluye a un amplio número de individuos que incluye a usuarios nuevos y experimentados”.

 

Destacado

En noviembre pasado el gobierno de Baja California decomisó un cargamento de drogas que llegó a Ensenada en una avioneta cargada con mariguana, cristal y cocaína; las autoridades encontraron que la avioneta traía “magia”, la cual en un primer momento confundieron con heroína.