En cuestión de un mes, el sistema de bicicleta pública del Gobierno del Distrito Federal, Ecobici, estará iniciando operaciones en la delegación Benito Juárez, y así llegará a 6500 bicicletas, 25 mil viajes al día y 200 mil usuarios.

 

En casi 5 años, Ecobici ha dado un gran impulso al uso de la bicicleta. No sólo es el uso de Ecobici, es también que al haber más ciclistas en las calles, más gente aprende al uso urbano de este modo de transporte y compran bicicletas para ellos mismos y luego para la familia. Ecobici ha sido un gran impulsor de la bicicleta en la Ciudad de México.

 

No sé cuántos kilómetros he utilizado Ecobici, pero sospecho que más de mil. A pesar de que cuento con tres bicicletas propias, cada semana he usado Ecobici desde febrero de 2010. Dentro de un mes tendré una estación en operación a tan solo 85 pasos de la entrada de mi edificio. Por este lado, estoy feliz.

 

Ecobici está a días de alcanzar los primeros 20 millones de viajes, un gran hito. Hasta el 13 de noviembre podíamos decir que no había habido ningún accidente grave. Lamentablemente este 14 de noviembre falleció un usuario, Gerardo Pedroza. Entre sorpresa, indignación, prejuicios, varios llegamos a la conclusión de lo sucedido: a una intersección peligrosa de por sí, se le sumaron dos decisiones irresponsables de la Secretaría de Movilidad del DF: permitir el cierre de la lateral de la calle de Lieja, y permitir que una ruta de microbuses largos tenga una vuelta en U en la que se genera por varios metros un punto ciego.

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Es muy probable que encontremos argumentos para exculpar al chofer que mató a Gerardo, es probable que también hallemos argumentos para culpar al occiso por el accidente. Sin embargo, en su probable ruta (Colonia Roma – Polanco) se encontraba con otras alternativas igualmente peligrosas. Peatones, ciclistas o usuarios de vehículos motorizados nos encontramos con un México en el que los errores en la vialidad se pagan con la vida ¿No podemos caminar a una sociedad en la que estos errores tengan una sanción más baja?

 

El Gobierno del DF ha presumido supuestos “cruceros seguros” que no han seguido criterios de “visión cero” (cero accidentes mortales o lesiones permanentes). El mundo paulatinamente se mueve a políticas de seguridad vial “visión cero”. En México nos guiamos por relatividades: el juicio contra la víctima, el juicio contra el ejecutor (el chofer), el juicio contra los aliados del ejecutor (sanción a la ruta en la que opera) y la impunidad contra las autoridades: la Dirección General de Planeación de la Secretaría de Transportes y Vialidad (hoy Semovi) autorizó el cierre de la lateral de Lieja para la construcción de un rascacielos (lo que llevó a la víctima a cruzar por la izquierda y no por la derecha) y la Dirección General de Transporte de la misma secretaría autorizó o ha permitido la vuelta en U en la vía pública de vehículos que no tienen características para ello (y hay otros responsables, como Seguridad Pública, que hace una programación peligrosa de los semáforos de la ciudad, y dependencias que frente a cruceros con más de 5 accidentes en un año, no hacen ninguna modificación: el cruce donde murió Gerardo tuvo 17 accidentes registrados en 2005).

 

La ampliación de Ecobici a la delegación Benito Juárez representará un crecimiento de 60% al servicio de bicicleta pública. Bienvenido, pero las autoridades (Delegación y Gobierno del Distrito Federal) deben estar concientes de las implicaciones en materia de seguridad vial que esto representa:

 

  1. En el polígono de ampliación de Ecobici contamos con cuadras norte – sur muy largas (de 200 a 400 metros en algunos casos) y un mal equilibrio de los sentidos de circulación, lo que incentivará tanto la circulación en sentido contrario como la circulación en banquetas.
  2. Sólo hay dos ciclovías y un carril bus – bici, así como una polarización entre vecinos y autoridades para la ampliación de esta red.
  3. Los ejes 5 y 6 sur cambian de sentido en determinados horarios, de manera confusa y con muy poca asistencia de personal de tránsito.
  4. La distribución de las calles ha congestionado las vías este – oeste y tiende a elevar la velocidad en algunas vías norte – sur, que además padecen en ciertos horarios el estacionamiento temporal y desordenado en las cercanías de las escuelas.

 

Estos elementos son una particularidad de la zona, más los otros elementos que puedan ser comunes al resto de los polígonos de Ecobici, como el comportamiento desordenado del transporte público y los alrededores de sitios atractores de viajes como centros comerciales y un centro de exposiciones y espectáculos.

 

Mi recomendación sería:

  1. Revisar y equilibrar los sentidos de circulación de las calles de la delegación.
  2. Construir más ciclovías, incluida la polémica ciclovía de División del Norte, así como en aquellas calles que atraviesen la delegación sea de forma norte – sur y este – oeste, incluyendo la posibilidad de ciclovías en contraflujo.
  3. Cancelación de la reversibilidad de los ejes 5 y 6 sur, ante su alta peligrosidad.
  4. Establecer controles de velocidad, radares, operativos, aplicar multas y ordenar el tránsito en la zona, para incentivar el correcto desempeño de todos los conductores.
  5. Hacer campañas de concientización entre usuarios de Ecobici y usar el número de identificación de la bicicleta para amonestar a usuarios temerarios en las banquetas.
  6. Modificar geometrías, tiempos del semáforo, señalización y demás elementos de riesgo, en las intersecciones con dos o más accidentes en los últimos cinco años.

 

Si avanzamos en esta dirección, tendremos la esperanza de que Gerardo sea la única víctima del sistema Ecobici, que está pensado para hacer los viajes más cómodos, económicos, rápidos, agradables y seguros.

 

 

 

 

 

One reply on “Bienvenida Ecobici, adiós Gerardo”

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