La nueva versión del filme épico Ben-Hur, basado en la novela de Lew Wallace y que en 1959 dirigió William Wyler, presenta una historia sobre el perdón y la reconciliación, pero también retrata a Jesús de una forma mucho más humana y accesible a la gente.

 

Para el remake que los estudios Paramount Pictures y MGM presentan este 2016, la productora Roma Downey echó mano del realizador ruso Timur Bekmambetov y de un elenco actoral encabezado por el británico Jack Huston, completado por el veterano histrión Morgan Freeman, Toby Kebbell, Nazanin Boniadi y Rodrigo Santoro. El resultado: un filme con menos efectos especiales y mayor apuesta por la acción y la actuación.

 

“Esta historia (la de Ben-Hur) debe ser contada ahora más que nunca. Nuestra versión es una historia de perdón y reconciliación, tan necesarios en estos tiempos”, dijo Downey ayer, durante una conferencia de prensa realizada en la CDMX, a donde llegó el elenco para promocionar el filme que se exhibirá en las salas mexicanas a partir del 19 de agosto.

 

De acuerdo con la productora, su película se apega más a la versión original de la novela de Wallace, publicada en 1880, y cuyas versiones cinematográficas también incluyen una realizada en 1925 por Fred Niblo, y la célebre de Wyler, de 1959, que se alzó a 11 premios Oscar ese año.

 

El filme retrata la historia de un noble acusado falsamente, Judá Ben-Hur, quien sobrevive años de esclavitud para vengarse de su mejor amigo de la infancia, Messala, que comete traición. Además, aborda la crucifixión de Jesús a través de un mensaje de perdón.

 

“Esta es una historia hermosa, escrita hace 136 años, la idea de que seguimos leyendo al autor y recreando su obra es un testimonio de que es un trabajo bellísimo, con permanencia y cualquier que vea esta versión se dará cuenta muy rápidamente que es un recuento muy diferente de la historias”, señaló Toby Kebbell, quien en la cinta da vida al personaje de Messala.

 

El brasileño Rodrigo Santoro, quien interpreta a Jesús, dijo que participar en esta nueva adaptación de una novela clásica en el género épico lo ayudó a reencontrarse con su espíritu interior y su lado más humano.

 

“Definitivamente este Jesucristo está más humanizado, más cercano a la gente”, opinó.

 

“El espectador podrá encontrar a un Jesús más accesible, esa palabra puede traducir esta película”, concluyó.