En el final de la maratón femenina de los Juegos de la Commonwealth en Glasgow, se vivieron momentos de verdadero dramatismo, cuando la atleta Beata Naigambo procedente de Namibia, cruzó la línea de meta prácticamente arrastrándose, fundida totalmente  con  el último suspiro.

 

Metros antes de terminar la carrera, Naigambo se desvaneció y cayó en las barras de anuncios que separaban a los espectadores de los corredores, pero se recuperó y logró terminar.

 

Luego de terminar entre las primeras 40 en los Juegos Olímpicos de Pekín y Londres, esta vez la corredora terminó en el lugar 11.