La Junta de Gobierno del Banco de México decidió mantener en 3.75% la tasa de interés interbancaria a un día, en sincronía con la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos, que la semana pasada también dejó sin cambio la tasa de fondos federales.

 

El banco central dijo que esta decisión viene motivada por el hecho de que “el escenario central sobre el comportamiento de la inflación para el corto y mediano plazo es congruente con la meta de 3%”.

 

Se espera que la inflación general anual, que sigue siendo “favorable”, se mantenga en los siguientes meses en niveles inferiores a este 3%, aunque previsiblemente a final de año se superará esta cifra.

 

La institución recordó que, de acuerdo con datos preliminares, el crecimiento de México en el primer trimestre, del 0.8 % frente al trimestre anterior y del 2,9 % anual, fue superior al previo, fundamentalmente por el “dinamismo” del consumo privado.

 

También apuntó que “la recuperación de la mayoría de las economías avanzadas y de algunas de las principales emergentes ha sido menor de la anticipada”.

 

En Estados Unidos, señaló el comunicado, la actividad económica se debilitó durante el primer trimestre, por lo que creció por debajo de lo esperado y observado durante los tres meses anteriores.

 

La zona euro y Japón experimentan una recuperación “modesta”, mientras que Latinoamérica ha tenido un desempeño más débil que otras regiones.

 

“En suma, el balance de riesgos para el crecimiento mundial se deterioró”, sintetizó la institución.

 

El Banco de México no descartó que en el futuro puedan sucederse “nuevos episodios de volatilidad financiera internacional”, ya que aunque los precios del petróleo han mostrado una recuperación, el mercado global de este producto presenta un desbalance entre la oferta y la demanda.

 

La tasa se mantiene en el mismo valor desde el pasado febrero, cuando la Junta de Gobierno del Banco de México decidió subir los tipos de interés hasta el 3.75 %.

 

En diciembre de 2015, el Banco de México subió en 25 puntos base su tasa de interés de referencia y la situó en 3.25 % para evitar una depreciación adicional del peso mexicano después de que la Reserva Federal de EU aumentara los tipos luego de casi una década.