Las últimas semanas han sido difíciles para para la economía mexicana, con el dólar en niveles máximos desde 2009 y el declive del crudo nacional, cuyo precio se ha depreciado 44% respecto al cierre de 2013, con lo que la administración de Enrique Peña Nieto enfrenta múltiples retos en el área financiera.

 

Sin embargo para el presidente de la Comisión de Energía del Senado, el priista David Penchyna, muchos análisis económicos pecan de “alarmistas”: “No hay ninguna crisis, los precios del petróleo suben y bajan en el mundo. Diferentes economías han incrementado su producción durante un largo periodo de precios altos y ahora hay un ajuste en función de los inventarios en el mundo”.

 

¿Cómo afectan los bajos precios petroleros al país?

 

Para efectos de las finanzas nacionales es un golpe que está cubierto por las coberturas que ha implementado la Secretaría de Hacienda. Lo que debe preocuparnos es aumentar la producción, que decayó en la última década, por eso estoy convencido de que hicimos una reforma correcta, porque incentiva la producción, pese a los precios del petróleo.

 

¿Por qué se implementaron las coberturas como una política?

 

Porque de cada 100 pesos del gasto público, entre 30 y 34, provienen de los ingresos del petróleo. Entonces las finanzas públicas no pueden estar sujetas a la volatilidad de unos precios que no determinan los mexicanos, sino la oferta y demanda junto a otros factores geopolíticos a nivel mundial.

 

¿Qué provocó el declive en la capacidad de producción?

 

En menos de una década pasamos de 3.4 millones de barriles diarios a 2.3, es decir, por falta de inversión en el sector se perdió producción. Además, a las finanzas de Pemex se le extrajeron recursos para el presupuesto y no dejaron dinero suficiente para mantener la producción que se nos ha desplomado. La baja producción de petróleo es lo que genera una alerta económica en México.

 

¿Puede decirse que Pemex no aprovechó la bonanza del alza de precios?

 

El modelo económico del monopolio petrolero mexicano no aprovechó la bonanza de precios altos; habríamos podido aprovecharlo más, manteniendo la propiedad como lo hemos hecho al aperturar la explotación y la producción. Evidentemente, cuando el precio es más alto, hay que producir más porque generas mayores utilidades para invertir en infraestructura, educación, salud, etc. pero no es culpa de Pemex, sino del modelo.

 

¿Cómo afectó a México la negativa de la OPEP al recorte de producción?

 

En los próximos meses los precios no van a ser de 80-100 dólares como pasó hasta hace poco. Van a estar en una escala de 50-60 o incluso por debajo. La verdad no creo que bajen más y, hacia febrero-marzo, debe estar fluctuando en una escala de 60-70 pero todo eso es coyuntural. En el momento en que las economías vuelvan a crecer a buen ritmo –particularmente Europa, Rusia, Estados Unidos y China– estoy seguro de que la demanda de energéticos recuperará los precios altos.

 

¿El país tiene el capital humano para afrontar los retos de la reforma energética?

 

No, no lo tenemos y el reto más importante de la reforma es generarlo. Pero tampoco partimos de cero, tenemos una base de profesionistas formados por Pemex, CFE y la industria misma que van a ser sujetos a reconversiones y capacitaciones adicionales. Este déficit tiene algo positivo, que es la transformación de las universidades públicas y privadas para que puedan generar este recurso. La industria extranjera está volteando hacia México para desarrollar el capital humano que necesitamos; somos un destino educativo muy atractivo en el campo de la ingeniería dada la transformación que estamos empezando a ver.

 

¿Cómo afecta el clima de descontento social a las inversiones?

 

Siempre que hay movilidad social fuera de la gobernanza, afecta, pero creo que los mexicanos tendremos que ir saliendo de nuestros problemas; sin duda, coloca un elemento de inquietud en posibles inversiones pero es una contradicción no verlo también como una oportunidad. La conflictividad social, el crimen y la inseguridad tienen su raíz en un modelo económico insuficiente que no está cubriendo las demandas de la sociedad. La buena noticia es que esta reforma abre oportunidades para desarrollar mejor la economía.

 

¿En cuáles regiones cree que se invertirá a corto plazo en 2015?

 

Tamaulipas, por ejemplo, que tiene una tensión social real y vigente por la penetración de los cuerpos del crimen organizado, hoy es el estado que más inversiones va a recibir en el corto plazo. Eso va a cambiar la percepción y generará un ambiente muy distinto que ayudará a bajar los conflictos. No conozco país en el mundo, salvo las economías muy desarrolladas, donde las inversiones del petróleo no tengan riesgos. Un ejemplo es el mundo árabe, donde han invertido empresas de todo el mundo, incluso en conflictos bélicos de una envergadura muy distinta a la nuestra, y los países han salido adelante. Tampoco hay que hacer novelas de esto, los mexicanos somos muy malos con nosotros mismos. Generamos unas leyendas y no somos capaces de ser positivos, hay que ver la reforma energética como una gran oportunidad para lograr algo que sí pacifica por entero un país: se trata del bienestar, desarrollo, educación y empleos mejor pagados.