A casi 30 años del terremoto de 1985, la penetración del seguro contra sismos tanto en casas como en comercios es de sólo 5% a nivel nacional, lo que pone en riesgo a la población mexicana ante un evento de esta naturaleza.

 

El director de Daños y Autos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), Luis Álvarez, destacó que contar con una póliza permite resarcir el daño que sufra una familia o un comerciante al recibir la indemnización, en lugar de tener que empezar con recursos propios.

 

Durante la realización del “Segundo Simulacro sobre la Atención del Sector Asegurador ante Terremotos”, destacó que el sismo de hace 29 años le costó al sector 460 millones de dólares, lo que actualmente representa de 30 mil a 40 mil millones de pesos.

 

“Después del sismo mucha gente se aseguró pero poco a poco. Las personas tienen poca memoria de estos eventos y la penetración fue decreciendo. En los últimos seis u ocho años, los índices se han mantenido constantes”, dijo.

 

Precisó que la penetración del seguro no es como se espera, porque a nivel nacional menos de 5% de las viviendas tiene una póliza contra terremoto, y ese nivel sube a 35% considerando los seguros de los créditos hipotecarios, que en su mayoría sólo protegen el saldo insoluto del financiamiento.

 

Por regiones, en algunas zonas del país la cobertura es un poco más alta, como en el caso del Distrito Federal, con entre 9% y 10% de las casas aseguradas, pero hay otras donde se tiene menos de 1%, como en Oaxaca.

 

Asimismo, indicó que en micro negocios sólo se tiene una cobertura de 3.0% de los establecimientos, nivel que sube en pequeñas empresas; en el caso de medianas y grandes compañías llega hasta 70% y las grandes industrias tienen un seguro.

 

El sector asegurador llevó a cabo este miércoles un Simulacro en el estacionamiento del Museo Rufino Tamayo, en la Ciudad de México, con el propósito de analizar y evaluar los tiempos de respuesta y movilidad en caso de una catástrofe como el terremoto de 1985.

 

En el ejercicio, a cada ajustador se le asignaron algunos de los riesgos que están asegurados y tendrían que hacer visitas de inspección como si en realidad hubiera daños; además se estableció una distribución por zonas considerando que las avenidas estén bloqueadas.

 

La AMIS, en conjunto con la Asociación Nacional de Ajustadores de Seguros, trabajan en un formato simplificado para agilizar los tiempos de visita, inspección e indemnización, sobre todo para los asegurados de viviendas o micro negocios.

 

“Se diseñó un cuestionario simplificado para poder acelerar todos los pagos en caso de que haya un sismo o un huracán como en el de los días pasados, para que el sector indemnice de la manera más rápida posible”, puntualizó el directivo.