Ya son dos meses desde que desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa, tiempo en el que “ya los mataron dos veces”, días en los que miles de personas han salido a la calle para exigir justicia, pero también en el que familiares y amigos siguen con la firme convicción de estar en lucha para devolverlos a casa con vida, según explica Omar García, uno de los sobrevivientes de la noche del 26 de septiembre en Iguala.

 

“El movimiento sigue, y está creciendo cada día más, no es que se esté desvaneciendo la fuerza del movimiento. Ahora está en discusión la articulación de todos nosotros, de trabajo conjunto, para cuestionar de fondo el problema”, platicó el estudiante.

 

Coraje, dolor y angustia es lo que se vive en la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, la cual permanece en paro desde la desaparición de 43 de sus estudiantes. Pero sólo paro en lo académico, pues en su interior la actividad sigue con el objetivo de encontrar a sus compañeros, pues ven como el Estado no hace nada.

 

“Estamos decepcionados, es una decepción tremenda, la poca esperanza que teníamos a las autoridades federales, pues se esfumo. No son sólo son 43 estudiantes, es muchísima gente desaparecida, son más de 22 mil personas”, añadió Omar.

 

El alumno explicó que ya van dos veces que las autoridades dan por muertos a sus compañeros, primero en las fosas clandestinas y luego que los incineraron, pero en el primer caso trajeron a los peritos argentinos para demostrar que los cuerpos enterrados no eran de los normalistas, y sobre las cenizas esperan a los expertos de Europa para volver a tirar la versión oficial.

 

“Vemos que el Estado ya tiene como un hábito no resolver los problemas, dejarlos pasar, dejarlos crecer y vemos cómo se les están saliendo de las manos”, señaló Omar sobre las investigaciones que realizan desde la Procuraduría General de la República.

 

“¿Qué viene para el movimiento? Seguir la organización, que no decaiga pese a la represión del Estado mexicano no a los normalistas, sino a quienes los apoyan en marchas, deteniéndolos, fincándoles delitos para mandarlos a cárceles de máxima seguridad”.

 

Omar aseguró que saben que la lucha no es sólo por sus compañeros sino también por los miles de desaparecidos que no han regresado a su casa y dijo que ya no tienen miedo de las acciones de las autoridades como no lo tiene mucha gente que ha salido a reclamar justicia.

 

“Qué lo hagan (ir a arrestar a los normalistas), a ver cómo les va, pero no creemos que se atrevan. Lo que están tratando es de restarnos fuerza atacando a quienes nos apoyan, esa es la forma de desprestigiarnos, a través de otros. Incluso con provocadores en las marchas que por lo demás han sido pacífica”.

 

“Hemos tenido demasiada paciencia con nuestro enojo, nuestro coraje, con el fin de mantener el apoyo de la gente, la simpatía de la gente, y así lo vamos a seguir haciendo”, aseguró Omar García.