La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad dos decretos que reforman los artículos 61, 64 y 87 de la Ley General de Salud.

 

El primero dictamen fue avalado por 397 votos a favor y busca incorporar los servicios de salud destinados a la atención materno-infantil y la promoción de la salud materna.

 

Además. el diagnostico oportuno y atención temprana de la displasia en el desarrollo de la cadera, durante el crecimiento y desarrollo de los menores de cinco años, a través del examen clínico en la primera semana de nacimiento, en el primer mes de edad y a los dos, cuatro, seis, nueve y doce meses.

 

Así como la toma de ultrasonido de cadera o radiografía anteroposterior de pelvis entre el primer y cuarto mes de vida.

 

El segundo dictamen fue aprobado por 393 votos a favor y establece que la prestación del servicio social de los pasantes de las profesiones para la salud, respetara los ciclos de descanso, salvaguardando su integridad física y mental, con la finalidad de mejorar la calidad de la atención médica.

 

El Pleno avaló el decreto de la minuta del Senado que reforma la Ley General de Salud para incorporar en la atención materno-infantil el diagnóstico oportuno y atención temprana de la displasia en el desarrollo de la cadera, durante el crecimiento y desarrollo de los menores de cinco años de edad, la cual fue turnada al Ejecutivo federal para sus efectos Constitucionales.

 

Al hacer uso de la tribuna para fundamentar el dictamen elaborado por la Comisión de Salud, el diputado Elías Octavio Íñiguez Mejía, resaltó la importancia que tiene en la salud pública la atención materno-infantil, toda vez que la prevención y atención médica temprana durante la infancia es parte medular para mejorar la calidad de vida en el futuro de todas las personas.

 

Mencionó que la llamada “displasia en el desarrollo de la cadera”, conocida anteriormente como luxación congénita de la cadera, comprende anormalidades anatómicas que afectan la articulación coxofemoral de los infantes.

 

Incluye, dijo, el borde anormal del acetábulo (displasia) y mala posición de la cabeza femoral, causando desde subluxación hasta una luxación, que afecta el desarrollo de la cadera durante los períodos embriológicos, fetal o infantil.

 

Íñiguez Mejía alertó que se ha encontrado que los factores de riesgo de esta enfermedad, son la historia o antecedente familiar, que incrementa el riesgo de padecerla en un 10 a 25 por ciento, y es de tres a ocho veces más frecuente en las mujeres que en los hombres.

 

Se estima, subrayó, que en México hasta 2.0 por ciento de la población puede llegar a tener este padecimiento diagnosticándose como luxación congénita de cadera.

 

La cadera luxada, que es su forma más grave, tiene una prevalencia promedio de 1.5 por cada mil recién nacidos y es mayor su incidencia en niñas. Por cada niño existen de cinco a siete niñas con cadera luxada.

 

Hizo notar que aproximadamente cuatro de cada mil nacimientos en México presenta alteraciones en la cadera, lo que se traduce en 480 mil mexicanos con este padecimiento, considerando el último censo nacional del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

Se ha reconocido que las personas con secuelas de la displasia en el desarrollo de la cadera, agregó, constituyen un grupo vulnerable, toda vez que padecen diferentes formas de discriminación en varios ámbitos de la vida cotidiana.

 

El segundo dictamen aprobado por el pleno busca establecer que la prestación del servicio social de los pasantes de las profesiones de salud respetará los ciclos de descanso, salvaguardando su integridad física y mental.

 

Esta medida tiene la finalidad de mejorar la calidad de la atención médica, se precisa en la adición de un segundo párrafo al Artículo 87 de esa ley.

 

Esta propuesta fue turnada al Senado de la República para su análisis y eventual ratificación.

 

Íñiguez Mejía indicó que es pertinente especificar los tiempos en los que los prestadores de servicio social en el área médica deben descansar, con la finalidad de salvaguardar y no comprometer su integridad física y mental.

 

Apuntó que en el informe sobre la salud 2014, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se establece que en México se ha incrementado la oferta de trabajadores de la salud, pero aún se encuentra por debajo de los estándares de los países que integran este organismo.

 

El número ha pasado de 1.6 médicos por cada mil habitantes en el año 2000 a 2.2 médicos por cada mil habitantes en el año 2012.

 

Reconoció que México se encuentra rezagado en la formación de estos profesionistas, las razones son variadas y pueden ser económicas, culturales y sociales.

 

El legislador panista precisó que las jornadas de las guardias médicas suelen ser de hasta 36 horas continuas aún cuando las Normas Oficiales Mexicanas señalan que no deberán ser mayor a 12 horas.

 

Resaltó que esta situación repercute de manera negativa en la salud física, mental y emocional de los estudiantes de las ciencias de la salud.

 

Apuntó que se han reportado casos de depresión y ansiedad, uso y abuso de sustancias como analgésicos, tranquilizantes, sedantes, anfetaminas estimulantes, alto consumo de alcohol, lo que repercute en errores técnicos, asistenciales y en la interpretación de resultados clínicos, derivados de la disminución de la capacidad psicomotriz de los estudiantes.