El gobierno federal decomisó un millón 15 mil litros en bebidas alcohólicas manufacturadas de manera ilegal. En esta acción, que se calificó como el “mayor decomiso” del sexenio, buena parte del alcohol ya estaba envasado en 985 mil botellas listas para ser vendidas.

 

El decomiso se llevó a cabo en una bodega y fábrica perteneciente a la empresa  “Compañía Vinícola Club Cuarenta y Cinco S.A de C.V”, ubicada en la delegación Iztacalco donde -de manera irregular- se elaboraban bebidas tipo brandy, tequila, aguardiente, rompope y vodka, las cuales no contaban con permisos ni cumplían con las normas sanitarias.

 

De acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (que dirigió el operativo e inspección), las bebidas pudieron haber sido adulteradas con alcohol etílico y colorantes artificiales que fueron encontrados en las bodegas de Compañía Vinícola y cuyo uso legal no pudo atribuirse.

 

Aristóteles Núñez, titular del Servicio de Administración Tributaria, dijo que las investigaciones desprenden que hasta el momento siete empresas involucradas en esta red de producción de alcohol adulterado: una importadora, dos proveedores nacionales y cuatro clientes en la primera cadena de distribución.

 

Con la información de facturación que tiene el SAT se presume que el destino final de estas  botellas eran tiendas minoristas y de conveniencia, e incluso que podrían ser utilizados en bares para la preparación de bebidas mezcladas o combinadas. De los 430 millones de alcohol que se consumen anualmente en México -el día de mayor consumo es el 15 de septiembre-, 43% es alcohol ilegal o pirata.