Entre 2011 y 2016, el número de solicitudes de refugio en territorio mexicano aumentó 1,067%, debido a dos factores: el recrudecimiento de la violencia en Centroamérica y la promulgación en México de la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, aseguró Mark Manly, representante en nuestro país de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

 
De acuerdo a información de ACNUR, en este periodo las solicitudes de refugio que recibieron las autoridades mexicanas pasaron de 752 a ocho mil 781; de éstas, la mayoría provienen de hondureños y salvadoreños, nacionalidades que acumulan 88% de las mismas, es decir, alrededor de siete mil 700.

 
“Esto tiene que ver con dos factores. El primero es el factor de empuje en los países de origen, que obliga a las personas a salir de su país; aquí básicamente estamos hablando de los países del norte de Centroamérica. Y también está el tema de recepción, donde poco a poco hemos avanzado en buena medida por la aceptación del problema a través de la Ley sobre Refugiados”, dijo Manly durante una conferencia de prensa para presentar la Encuesta Nacional sobre Refugiados 2017.

 
El representante de ACNUR en nuestro país aseveró que de acuerdo a las cifras del primer semestre de 2017, la tendencia seguirá creciendo e, incluso, las solicitudes de refugio podrían alcanzar la cifra récord de 20 mil.
La presentación de la Encuesta se da en el marco del Día Mundial del Refugiado que se celebra este 20 de junio. Dicha conmemoración es impulsada por Naciones Unidas para tomar conciencia de cómo la violencia está obligando a millones de personas a dejar sus hogares.

 
Según datos de la ACNUR, en el mundo hay 65 millones de desplazados por la violencia; sin embargo, sólo 21 millones tienen la designación de refugiados.

 
Por otra parte, en el caso de México, el mayor problema que encuentran los refugiados es el laboral. Aseguró Helmut Schwarzer, especialista en desarrollo económico y protección social de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), quien dijo que de aquellos refugiados en edad económicamente activa, sólo dos tercios tienen un trabajo y, de estos, 89% labora en el mercado informal.

 

Infografía: Xavier Rodríguez

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La razón, explicó Schwarzer, es porque los refugiados carecen de documentos de identidad o comprobantes de estudios que les permitan acceder a trabajos formales y acordes a sus capacidades.