MIAMI. El huracán Matthew se ha disipado, pero el número de muertos en Estados Unidos tras su paso subió hoy a 20, mientras rescatistas aún prestaban ayuda a unas mil 500 personas atrapadas por las inundaciones en Carolina del Norte.

 

Pat McCrory, gobernador de Carolina del Norte, dijo que 10 personas murieron en el estado, que se suman a otras cuatro reportadas durante el fin de semana en Florida, tres en Georgia y tres más en Carolina del Sur, por autoridades en esas entidades.

 

McCrory dijo este lunes en una rueda de prensa que otras cinco personas se mantenían aún desaparecidas en el estado y señaló que equipos de rescate trabajaban a marchas forzadas para rescatar a otras mil 500 personas atrapadas por las inundaciones en la ciudad de Lumberton, al este de la entidad.

 

Autoridades federales han reestringido la aviación en la zona para facilitar las operaciones de rescate en helicópteros.

 

Casi medio millón de edificaciones del estado no tienen luz y eso probablemnte es un millón de personas (el 10 por ciento de la población) sin energía, señaló el mandatario estatal.

 

El desastre provocado por las inundaciones se descubrirá lentamente durante los próximos días mientras el agua estancada fluye en los ríos y aguas abajo, probablemente causando más inundaciones en muchos de los mismos lugares devastados por una avalancha similar del huracán Floyd en 1999.

 

Matthew, calificada como “la tormenta más poderosa” en un siglo por algunos meteorólogos, tocó tierra el sábado pasado en la costa de Carolina del Sur debilitado como categoría 1 pero con una gran cantidad de lluvia.

 

Más de 469 mil residentes de Carolina del Sur permanecen sin luz este lunes, dijo la gobernadora Nikki Haley, mientras que Florida el primer estado golpeado por la furia del ciclón este lunes aún tenía unas 169 mil personas sin luz, de acuerdo con la oficina del gobernador Rick Scott.

 

Entre las 10 muertes en Carolina del Norte, se incluyen varias personas ahogadas tras intentar manejar en caminos inundados, apuntó McCrory al insistir este lunes a los ciudadanos a no entrar en este tipo de caminos.

 

La vida de millones de personas se vio afectada por la furia de Matthew con la evecuación de más de tres millones de residentes de la costa atlántica estadunidense, el cierre de cientos de caminos, y carreteras vitales como la I-95, la suspensión del servicio de tren Amtrak y la cancelación de miles de vuelos.

 

Aun no hay un estimado de daños, pero se calculan en miles de millones de dólares, pues en ciudades como la histórica San Agustin, Daytona Beach y Jacksonville Beach en Florida el mar entró a tierra y causó severas inundaciones y daños materiales incalculables, por el momento.

 

En ciudades costeras como Surfside Beach, Carolina del Sur el mar penetró en las casas llevándose todo a su paso, mientras que vecindarios de Savannah, Georgia y Charleston sufrieron severas inundaciones. JMS