La contracción en la actividad del sector petrolero, así como la poca efectividad del gasto público que ejerce el gobierno federal en esta área impiden que el crecimiento económico de México sea más acelerado, coinciden analistas del sector privado y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

 

De acuerdo con Francisco Lelo de Larrea, del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), entre 2012 y 2014 el valor agregado del gasto en el sector energético del país fue negativo, es decir, la inversión pública en la extracción de petróleo y la generación de electricidad es más cara que su aportación al crecimiento económico.

 

Un análisis del CEESP reveló que 2011 fue el último año en que la inversión en Pemex y CFE aportó valor a la economía, al generar 0.1% del crecimiento económico, mientras que 2014 fue el peor, cuando en lugar de generar ganancias se convirtió en un lastre, al restar 2.2% del valor agregado.

 

En conferencia de prensa, Manuel Molano, director Adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señaló que el problema principal del sector energético proviene de la inversión que debe hacer Pemex para extraer un barril, pues los privilegios del sindicato provocan que cada barril que se produce tenga un costo de 50 dólares, contra un valor de venta menor a 40 dólares en los últimos dos años.

 

“Cuando el precio internacional del barril de petróleo estaba a 90 dólares, todos los directivos de Pemex parecían genios, porque obtenían 40 dólares de rentabilidad, pero en este momento, las cuentas no salen”, mencionó.

 

En una conferencia por separado, Fernando Aportela, subsecretario de Hacienda, explicó que en el primer semestre de este año, el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano tuvo un crecimiento de 2.0% respecto del periodo enero-junio de 2015, aunque al quitar la actividad petrolera, el crecimiento sube a 3.0%.

 

Precisó que la contracción en las aportaciones de la actividad petrolera se debe principalmente a la baja en las cotizaciones internacionales, pues en los primeros seis meses del año el precio promedio de la mezcla mexicana se ubicó en 31.25 dólares, es decir, 24% menos que en el mismo lapso de 2015.

 

Además, Pemex produjo 54 millones de barriles menos entre el primero y el segundo trimestre de este año, comentó.