El Atlante era el equipo identificado con las clases populares, el equipo chilango por antonomasia, fundado en abril de 1916 en lo que ahora son las calles de Valladolid y Sinaloa, otrora llanos de la Condesa, por Refugio El Vaquero Martínez, cumple 99 años sumido en una crisis de identidad.

 

Equipo de comerciantes y obreros de los barrios más humildes de la ciudad, poco a poco se consolidó como uno de los más populares  y hasta llegó a protagonizar el clásico de mayor convocatoria contra el Necaxa, otro equipo que deambula por la División de Ascenso.

 

Los Potros de Hierro del Atlante , aunque solo tienen tres títulos son uno de los equipos más añejos del futbol mexicano, pese a la pérdida de identidad de finales de los 90 que los llevó a mudarse del DF.

 

La época dorada del club fue por allá de mediados de los 40, cuando el mundo se desangraba en la Segunda Guerra Mundial, el Atlante imponía una marca, en la temporada de 1946 fue la delantera más letal, sumó 121 goles en 30 partidos, marca que permanece vigente.

 

Una año después conseguiría su primer título de la mano del general José Manuel Núñez, dueño del equipo y cercano al entonces presidente Miguel Alemán Valdez.

 

La inercia de equipo ganador llegó hasta principios de  la década de los 50 donde consiguió un par de campeonatos de  Copa y dos subcampeonatos de liga.

 

A partir de entonces llegó una sequía, el equipo se volvió uno del montón, gris, apagado y sin recursos económicos.

 

En 1976 sucedió lo que parecía inevitable: el descenso, luego de ser uno de los fundadores del profesionalismo y con 48 años de historia el Atlante se fue.

 

Un año después regresó al máximo circuito pero los problemas económicos seguían, así que fue adquirido por el entonces prospero, Instituto Mexicano del Seguro Social.

 

Con el IMSS llegó la estabilidad económica y los refuerzos, el más notable Evanivaldo Castro Cabinho, con cuatro campeonatos de goleo acuestas como credenciales.

 

Para 1987 el equipo fue vendido a un empresario deportivo, José Antonio García, pero los resultados no le favorecieron y en 1990 se fueron de nuevo a la segunda división.

 

No pasaría mucho tiempo para que los Potros regresaran y de la mano de Ricardo Antonio La Volpe en el banquillo y una generación extraordinaria de futbolistas mexicanos, consiguieran su segunda estrella.

 

Félix Fernández, el Potro Gutiérrez, el Profe Cruz, el Piojo Herrera, René Isidoro García, Luis Miguel Salvador, Daniel Guzmán y dos extranjeros de solvencia como Wilson Graniolatti y Pedro Massacessi, eran los que formaron aquella camada campeona de la temporada 1992-93.

 

 

Tiempo después por problemas financieros, Grupo Pegaso de Alejandro Burillo compra al equipo, pero la historia no cambia mucho.

 

El club poco a poco perdió identidad y raigambre entre la afición chilanga, entre los continuos cambios de sede entre el estado Azul, el Azteca y el de la Universidad de Neza, el cuadro se volvió un gitano.

 

En 2007 se decide que el equipo se muda a Cancún, Quintana Roo, y en su primer torneo en el Caribe salieron campeones, de la mano del Profe Cruz, consiguieron su tercera estrella.

 

Pero el gustó les duró poco, los siguientes torneos el equipo se desmanteló, la política de comprar barato y vender caro no fue lo que esperaban, y en el torneo Clausura 2014 descendieron nuevamente.

 

 
Hoy a casi un siglo de su fundación, el equipo del pueblo lucha por regresarle las grandes glorias a su afición, esa que se sintió traicionada y olvidada cuando se mudaron del DF.