El rescate de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal (CFE) pondrían en predicamento y contra la pared al gobierno de Enrique Peña Nieto, debido a que tendría que cobrar más impuestos y contratar más deuda para cerrar el nuevo boquete fiscal.

 

“El pasivo laboral de Pemex por 1.3 billones de pesos representa 7.5% del producto interno bruto (PIB) y todo lo recaudado en un año por concepto de impuestos al valor agregado (IVA) e impuesto sobre la renta (ISR)”, advirtió Ricardo Cantú, investigador asociado del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

 

El especialista manifestó que son los dos impuestos más importantes recaudados en México y no es un capital menor para el gobierno de Enrique Peña Nieto.

 

“Ese pasivo es un reto para el gobierno de Enrique Peña Nieto, porque desde 2008, año con año se contrata deuda para pagar el gasto público”, aseguró el experto.

 

Añadió que el rescate de las paraestatales representaría una presión para el sistema fiscal, debido a que estaría obligado a buscar fondos y asegurar la sostenibilidad del gobierno.

 

“Ponen en predicamento al gobierno federal, pues no está asegurado ni ha logrado tener un déficit de 0% en los últimos años”, recordó Ricardo Cantú.

 

Por ejemplo, la CFE tiene pasivos cercanos a los 500 mil millones de pesos, lo cual representa la totalidad de la deuda (por 481 mil 079 millones de pesos) de los estados con la banca comercial.

 

El investigador del CIEP añadió que la reforma energética tendrá que dar más recursos fiscales al gobierno de Enrique Peña Nieto para saldar ese pasivo laboral de las compañías.

 

“Una vez que se aprueben las leyes secundarias de la reforma energética se debe ver cuántos ingresos dejará”, sostuvo.

 

El pasado miércoles, Ricardo Aldana Prieto, tesorero del sindicato petrolero y diputado del PRI, demandó al gobierno federal asumir parte del pasivo laboral de Pemex, que supera los 1.3 billones de pesos y representa casi siete por ciento del Producto Interno Bruto.

 

“Se requiere que el gobierno federal asuma parte del pasivo laboral para dejar a nuestras empresas en condiciones de competitividad. Sólo así podrán competir de forma exitosa en el nuevo entorno que establece esta reforma”, aseguró el legislador priista.

 

En su momento, Aldana recordó que el pasivo laboral cubre la pensión de poco más de 70 mil jubilados y 140 mil en activo.

 

Por su parte, José Antonio Quesada, profesor de la Universidad Anáhuac de Norte, aseguró que es necesario reconocer los pasivos labores de empresas estatales como Pemex y CFE, porque pueden ser inviables como negocio.

 

“El pasivo laboral abrirá un boquete a las finanzas públicas, y serán un tema que no termine de la noche a la mañana”, comentó Quesada.

 

“La respuesta política del gobierno difícilmente será que no los puede asumir; seguramente es cargar una deuda que tendrá que fondear y es necesario ver cómo será enfrentado el endeudamiento en el futuro”,

 

Aseguró que es necesario explicar cómo Pemex y CFE generarán recursos económicos para que enfrente sus pasivos laborales y no sólo que el erario pague.

 

“El gobierno puede garantizar el pago, pero al final del día necesitará otras fuentes de recursos y si no los saca de las mismas entidades. Entonces tendrá que ir por los recursos públicos y es ahí donde tus impuestos y los míos servirán para pagar los pasivos laborales”, agregó Quesada.