A partir de hoy, la Armada de México asumió el liderazgo de la administración y operación de los esquemas de seguridad y protección en los 19 puertos comerciales de mayor importancia del país. Será un mando naval, por encima del capitán de un puerto, quien tenga la última palabra incluso para ordenar el cierre de una terminal.

 

Lo anterior con la puesta en marcha de los Centros Unificados para la Protección Marítima y Portuaria (CUMAR ), que aunque son de naturaleza interinstitucional, serán presididos por el mando naval que corresponda a la jurisdicción del puerto.

 

El Reglamento de los CUMAR, publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación, establece que estos centros se instalarán de forma inmediata en todos los “puertos de altura” del país. Se trata de los puertos que reciben a las embarcaciones de mayor dimensión con conexiones nacionales e internacionales.

 

De acuerdo con autoridades consultadas por este diario se trata de diez puertos en el Pacífico y de nueve puertos en el Golfo de México.

 

El objetivo de esta reorganización de los esquemas de seguridad, según el reglamento publicado, tiene el objetivo de “garantizar un nivel de riesgo aceptable en los puertos, la administración, operación y servicios portuarios y las actividades marítimas, así como atender eficazmente los incidentes marinos y portuarios”.

 

Los CUMAR tendrán facultades en prácticamente todas las aristas relacionadas con la seguridad y protección del puerto. Desde la elaboración y actualización de los planes correspondientes, el establecimiento de las medidas de prevención, y la evaluación de los mecanismos de vigilancia.

 

Por citar un ejemplo, serán estos centros encabezados por un mando naval los que podrán requerir a la capitanía de puerto el establecimiento de zonas restringidas a la navegación ante cualquier situación y asumirá el control de que embarcaciones pueden entrar y cuáles no.

 

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) está obligada a entregar a los centros unificados una base de datos en soporte electrónico de todas las embarcaciones nacionales que están matriculadas para operar en el país, la cual deberá ser actualizada cada tres meses.

 

“Esto va a permitir tener un mucho mejor control y detectar con más precisión embarcaciones sospechosas que no estén matriculadas y puedan estar involucradas con actividades ilegales como contrabando o tráfico de drogas”, indicó un funcionario federal a este diario.

 

Blindaje en puertos

 

Cada CUMAR contará con una unidad de la denominada policía marítima integrada exclusivamente por elementos de la Armada, la cual será la responsable de responder de forma inmediata en caso de algún ataque contra busques o cualquier otra emergencia de seguridad.

 

Aunque la capitanía del puerto tiene la facultad para permitir a una embarcación entrar o permanecer en una zona restringida dentro de un puerto, tendrá forzosamente que solicitar al CUMAR el visto bueno para dar alguna autorización.

 

“Estos centros además coordinarán las acciones necesarias para evitar que cualquier embarcación o artefacto naval ingrese sin autorización o permiso correspondiente a una zona restringida”, indica el reglamento de los CUMAR.

 

Por otro lado estos centros unificados también realizarán una evaluación completa de los mecanismos de protección del puerto, y corresponde a ellos el análisis de las amenazas y riesgos alas que podría estar expuestos la infraestructura marítima y portuaria y otros bienes que considere necesario proteger.

 

Incluso tendrán que ubicar las “vulnerabilidades” humanas, es decir, aquellos funcionarios que pudieran comprometer la seguridad del puerto.

 

“También deberá definir los procedimientos que deben ejecutarse en los puestos de control para verificar la documentación e identidad de las personas, así como la revisión de vehículos y otros bienes, en los diferentes niveles de protección”, indica el reglamento.

 

En general, por ley los centros unificados se harán cargo de organizar la seguridad y protección del puerto, desde los mecanismos de prevención hasta la evaluación y revisión de las estrategias.