Los restos de árboles y la aridez dan testimonio del impacto de la “madre de todas las bombas” lanzada por Estados Unidos el pasado 14 de abril.

 
El objetivo del ataque en Afganistán, era una red de túneles en Nangarhar, ahí se observa un suelo árido, donde aparentemente antes hubo vegetación.

 

Aún así, especialistas han declarado que no representa lo que esperaban causara la fuerte onda explosiva de la poderosa bomba no nuclear estrenada por el gobierno de Donald Trump.

 

 

DCA